En esta ocasión entraremos en los complejos lares de la metafísica mundana. Donde ser y no ser es la misma cuestión. El banco que se gana el premio es ni más ni menos que el Bankinter.
Resulta que un día, de golpe y porrazo, uno se entera por casualidad que le han cancelado los alucinógenos del Bankinter dos cuentas que no usaba ni tenían movimiento alguno por blanqueo de capitales. Sentado en mi habitación y sin saber qué hacer voy y me pregunto en plan zen … ¿estos están fumados como menos? porque claro … uno para blanquear capitales debe blanquear capitales. Pero el «ser o no ser» de este misterio es que es necesario, sí o sí, que existan capitales. Y lo enjundioso del asunto a dirimir es … ¿qué capitales se blanquean en una cuenta que no tiene capitales ni movimiento alguno en meses?
Y nada como uno ya tiene un cierto espíritu deportivo voy a la oficina a tocar un poco la pera al personal genial. No es que tenga nada a ganar y perder en este caso pero como gustan de gilipollez pues voy por darles dos platos.
– «Perdona, querría saber porqué me habeis cerrado las cuentas. ¿He robado a algún banco por casualidad?», pregunto yo al bankinterizado.
– «Noooo«, me contesta medio perplejo. «Son órdenes de arriba«, continua, mientras miro al cielo maldiciendo a los dioses del averno. «La órden es de blanqueo de capitales«, sentencia el putillo del Bankinter.
– «No lo entiendo«, le increpo. «Pero si las cuentas ni tienen saldo ni movimientos, ¿cómo puedo blanquear capitales?«.
– «No es que hayas blanqueado capitales. El banco te cierra las cuentas como previsión para que no puedas blanquear capitales«.
Flipando mandonguis de colores !!! Estos bankinteriotizados te cortan la polla para que un día no la puedas meter donde no te convenga. Increíble pero cierto.
Cuando uno sabe que un pago con criptomonedas no precisa de intermediarios precisamente alude a que nadie te cortará el viril elemento porque un día te des el gusto de regalarte un buen masajito.