Santiago es un pastor y a diferencia de sus padres sabe leer y quiere viajar. Un día se va a la ciudad para vender las ovejas y se encuentra con un vagabundo y una gitana. Ellos le animan a seguir sus presagios y abandonar el mundo que conoce. La gitana le señala las pirámides de Egipto y le dice que allí encontrará un tesoro. Lo vende todo y se sube a un barco. Desde luego, la desgracia se cierne pronto sobre él y toma la forma de un ladrón que le roba todos sus ahorros en Tánger. Santiago no se viene abajo y en él despierta un sentimiento más noble. Tiene la seguridad de saber que está en el camino correcto. Se repite a sí mismo todo el rato lo que se le dijo en el mercado antes de partir: «Cuando quieres algo, el universo entero conspira para que lo obtengas».
Una creencia maravillosa y un gran apoyo para quien se embarca en un proyecto importante. La conspiración del universo es un reflejo de tu determinación para hacer que algo acontezca. Coelho advierte que los sueños tienen un precio pero no seguir los sueños también tiene su precio. Se elija lo que se elija en la vida siempre habrá dificultades pero es mejor tener problemas que al menos tengan que ver con lo que estás intentando conseguir. Si no es así, las dificultades serán meras insidias, es decir, un revés tras otro. Los seguidores de sueños tienen una responsabilidad mayor: manejar su propia libertad. Esto puede no parecer un precio elevado pero exige un cierto nivel de consciencia al que muchos no estamos acostumbrados. Aconseja que hay que dejar de creer en la mayor de las mentiras que es que no podemos controlar nuestro destino. Él dice que sí se puede hacer pero sólo si se es capaz de leer los presagios lo que se vuelve posible cuando empezamos a ver el mundo como una sola cosa. El mundo puede ser leído como si fuera un libro pero no lo entenderemos nunca si llevamos una existencia cerrada, autocomplaciente y poco dispuesta a arriesgar.
El alquimista resulta notable porque es una historia de amor que renuncia a la idea de que el amor romántico debe ser el centro de tu vida. Cada persona tiene un destino que seguir y eso existe independientemente de los demás. Es la cosa que harías o que serías aunque tuvieras todo el amor y el dinero del mundo. El tesoro que busca Santiago es naturalmente el símbolo de su sueño o destino personal pero él renuncia fácilmente a buscarlo cuando encuentra a la mujer de sus sueños en un oasis del desierto. El alquimista que se cruza en el desierto le dice que el amor de la novia del oasis se demostrará verdadero sólo si ella está dispuesta a ayudar en la búsqueda del tesoro. El dilema de Santiago es el conflicto entre el amor y los sueños personales. Demasiadas veces creemos que una relación amorosa es lo que le da sentido a nuestra vida pero la obsesión con la pareja romántica puede desconectarnos de una vida más relacionada con el resto del mundo. ¿Y qué pasa con las exigencias del corazón? Coelho responde que vivas tu vida alrededor del sueño y descubrirás que hay más corazón en tu vida de lo que puedas entender ahora.
Paulo COELHO en «El alquimista».