Antes de poder asumir razonablemente un marco mental positivo tenemos que aceptar que las cosas no nos van bien y luego hacernos responsables de ello. De no ser así, estaremos manipulando vulgarmente la realidad. Las ideas de Peale no son las de alguien que tenga una visión poco realista de la vida. Creó un sistema sencillo pero científico de técnicas prácticas para tener éxito en la vida que realmente funciona y que comprobó y afinó con miles de personas. Para Peale no hay mayor fuente de poder personal o mayor guía que la Biblia. El tema central del libro es que no tenemos que depender de nosotros mismos. Existen increíbles fuentes de poder que se abren ante nosotros por el simple hecho de creer en su existencia. Hacemos que la vida sea dura pero si pudiéramos apreciar la habilidad del universo para hacer el bien y para proveer, esto nos llevaría a ver la vida como un flujo de abundancia. La vida nos parece difícil porque creemos solo en nosotros mismos. Para obtener la paz y el poder personal tenemos que estar dispuestos a ir más allá de lo meramente personal y llegar hasta algo mayor que nosotros.
El autor revela que la fuente de energía de todos los grandes personajes que había conocido: estar alineados con el infinito. Saber que lo que uno hace está sustentado desde fuera de uno mismo y que está al servicio de una meta divina provee una fuente de energía que se renueva constantemente. En cambio, trabajar solos y exclusivamente para nosotros mismos nos lleva a quemarnos.
Puede que la oración sea algo diferente de lo que pensabas. Es un espacio para decir todo lo que te pasa por la cabeza en el idioma que quieras. En lugar de pedir cosas agradece por anticipado que se realice lo que deseas. Déjalo en manos de Dios y visualiza un desenlace positivo. La fórmula de Peale es «reza, visualiza, actualiza«. Y sorpréndete ante su eficacia. Somos criaturas temerosas y como tales esperamos lo peor. En cambio, si esperas lo mejor las fuerzas se organizan en tu favor. El subconsciente que regula muchas de nuestras acciones refleja meramente tus creencias. Modifica las creencias sobre el desenlace y tus acciones parecerán diseñadas para lograrlo.
Norman Vincent PEALE en «El poder del pensamiento positivo».