Grado de dificultad

Lo primero que se tiene que hacer antes de programar una excursión es consultar la guía en la que se indica siempre el grado de dificultad de los itinerarios. La graduación tradicional responde al siguiente baremo:

 

GRADOS DE DIFICULTAD
0 MF Muy Fácil Creo que la nieve nunca es muy fácil
I F Fácil Pendientes de nieve: menos de 15 grados
II PD Poco difícil Pendientes de nieve dura: 15-25 grados
III AD Algo difícil Pendientes de nieve dura: 25-35 grados
IV D Difícil Pendientes de nieve muy dura: 35-45 grados
V MD Muy difícil Grandes pendientes: 45-55 grados
VI ED Extremadamente difícil Grandes pendientes: más de 55 grados
Willy Welzenbach, fallecido en el Nanga Parbat, describió las características de los grados de dificultad, en 1925, que vendría a ser más o menos como sigue:
GRADO 0: Hay picos que se denominan humorísticamente «pico de vacas«, o lo que es lo mismo, que nos podríamos llegar a encontrar a una vaca en su cumbre. Ello ya nos indica bien que su itinerario de ascenso va por un camino bien marcado hasta la misma cima. Por lo tanto, se podría llegar arriba tranquilamente y sin sacar las manos de los bolsillos.
GRADO I: En este primer nivel con las manos en los bolsillos ya no se llega. El uso de las manos es necesario aunque limitado a un uso estrictamente de apoyo y de búsqueda del equilibrio. En itinerarios muy aéreos puede ser necesario encordar, como precaución, a los miembros más inexpertos del grupo.
GRADO II: Yo, personalmente, cuando me ponen grado II ya me llevo todos los trastos. Empieza la escalada verdadera. Hay que aplicar la regla de los tres puntos de apoyo para la progresión. Las manos se usan para la elevación en los itinerarios graníticos. La aderencia de los pies es básica en los itinerarios calcáreos. Los principiantes irán encordados y los experimentados no suelen encordarse. Atención a los descensos: suele ser casi siempre imprescindible la cuerda (en especial fuera de temporada).
grado de dificultadGRADO III: Es un segundo grado en su máxima complicación. Se superan verticalidades. Hay realmente escasez de presas. Incluso los escaladores experimentados se encuerdan. Es imprescindible llevar todo tipo de material para el aseguramiento. El descenso es en rappel. Es realmente un grado límite para el que no está experimentado.
GRADO IV: El salto es realmente importante. Es ya escalada de dificultad. Se requiere, además de cierta predisposición, una buena preparación física. Las presas son buenas aunque ya no las hay para poder escoger: simplemente hay las que hay y si no se encuentran no se avanza.
GRADO V y VI: La dificultad en este nivel es muy elevada. La escasedad de presas es muy evidente: simplemente ya no las hay. La diferencia entre un V y un VI grado estriba en el tamaño de las presas aunque la gran diferencia está, creo, más en una estimación de las capacidades humanas. Yo diría, para explicarme mejor, que el V grado una persona normal, entrenada y con la suficiente capacidad técnica lo puede superar tranquilamente (dentro de lo que cabe), es decir y hablando claro, no existe riesgo de caerse en ningún momento. En cambio, el VI grado se diferencia claramente del V en que una persona excepcional, entrenada y con la suficiente capacidad técnica para ello puede no superarlo en un momento determinado, es decir, el «pire» debe de ser una posibilidad a la orden del día y más que esperable.
Hoy en las escuelas (en alta montaña no se abren vías con estos niveles de dificultad) se gradúan ya pasos de VII y VIII grado. No dejan de ser apreciaciones en función del tamaño de las presas siendo el riesgo de una caída cada vez mayor y, evidentemente, cualquier persona normal y entrenada no las supera por las buenas. Es necesario para ello una progresión y entrenamiento muy específicos. Suelen ser itinerarios en extraplomo.
Cada graduación, de las mencionadas anteriormente, se usa con un subíndice con el objeto de precisar más, si cabe, el itinerario. Se pone un inferior (-), medio (sin signo) o superior (+) en función de la estimación general que se le pueda dar a la vía. Para poner un ejemplo, un itinerario de segundo grado com muchos pasos de tercero, o incluso uno de IV, se le puede calificar tranquilamente y globalmente de II+.
Las ascensiones y escaladas invernales en nuestro hemisferio norte son las que se realizan entre el 1 de diciembre y el 31 de marzo. Fuera de estas fechas cualquier ascensión no se considera auténticamente invernal por muy malas que sean las condiciones climatológicas. En todo caso, como máximo, podrá considerarse una ascensión hecha «en condiciones invernales«.
En cuanto a la escalada artificial los grados que se contemplan son:
A1: Fácil de clavar. Paredes verticales. Roca buena. Asimilable al IV grado en libre.
A2: Poco difícil de clavar. Paredes verticales. Roca de mala constitución. Asimilable al V grado en libre.
A3: Bastante difícil de clavar. Extraplomos. Roca de buena constitución. Asimilable al VI grado en libre.
Otro tema, y controvertido ya que cada vez son más las voces que piden información al respecto, es que en los itinerarios se señale, aunque sea a modo indicativo, los peligros que pueden encontrarse. Conviene tener siempre presente la diferencia básica que existe entre dificultad y peligro ya que la primera se supera con técnica, mientras que, lo segundo con el sentido común.
En cuanto a los peligros los hay de dos tipos: los que no dependen del terreno que podrían englobarse en los de influencias meteorológicas y las ocasionadas por el cansancio, que no deben indicarse en las guías aunque puedan existir, y los que dependen del terreno. Entre éstos últimos, que sí deberían formar parte de la información de las guías de montaña, tenemos a:
– Las inherentes a las dificultades suplementarias debido a la naturaleza del terreno (roca descompuesta, bloques sueltos, …).
– La posibilidad de caída de piedras y riesgo de aludes (incluso por cordadas precedentes).
– La posibilidad de encontrar nieve helada (necesidad de crampones) y que aumente el grado de dificultad en función de la pendiente (ver tabla).
– Los itinerarios aéreos que afectan a los aprensivos al vacío y puede ocasionar graves problemas en los descensos.
Finalmente, destacar que podría existir un problema serio en el transcurso de una excursión si no llevamos el material adecuado para realizarlo o superarlo. Este supuesto, desgraciadamente muy habitual y que suele advertirse en los descensos, ya no se trata ni de una dificultad ni de un peligro de un itinerario sino que, simplemente, ha sido una grave imprudencia.

Lo Consell de Laspaúls

En el año 2001, el párroco del pueblo aragonés de Laspaúles, D. Domingo Subías encontró unos manuscritos escritos en patués en los que se relatan los sucesos acaecidos entre el 19 de febrero y el 29 de abril de 1593. En estas fechas se procesaron a veintiocho mujeres acusadas de brujería. Veintiuna de ellas eran de Laspaúles y siete de los pueblos vecinos. El resultado fue que veintidós fueron condenadas y ejecutadas en la hoguera. En la región, debido a su aislamiento, existía una sociedad matriarcal y a raíz de los mencionados trágicos acontecimientos se pasó en poco tiempo a la actual sociedad patriarcal. La ejecución de las veintidós mujeres tuvo lugar el mismo día en que el Conde de la Ribagorza, D. Martín de Aragón, visita Laspaúles para tomar posesión de tierras, súbditos e impuestos del Consell de Laspaúls, tras la muerte de su padre.
En el siglo XVI el Consell de Laspaúls además de la actual Laspaúles, constaba de los núcleos de Villarrué, Villaplana, Alins, Rins y las siete casas de Neril y Sentpere. Y su misión consistía en administrar justicia, determinar leyes para el uso racional de prados y pastos, promocionar y administrar servicios públicos de carnicería, taberna, estanco de aguardiente, molino, montaña y vecinales.
Todos los vecinos de Laspaúles cada dos veranos participan de forma desinteresada en la representación teatral de los hechos que tuvieron lugar en su pueblo. El guión de la actuación se inspira en los documentos hallados.
 
«Ganas y brujas nos han quedado, pues todas no las hemos quemado»
(cita del alcalde de ficción de Laspaúles)
 

Llena tu vacío llenando tu vida de alma

El cuidado del alma es aplicar la poesía a la vida de cada día, devolver la imaginación a esos ámbitos vitales que carecen de ella y reimaginar las cosas que creemos que ya hemos entendido. Las relaciones satisfactorias, el trabajo gratificante, el poder personal y la paz mental son todos dones del alma. Son tan difíciles de alcanzar porque la idea de alma ya no existe para la mayoría de nosotros por lo que ésta tiene que manifestarse en forma de síntomas y de quejas, de angustia, de vaciedad o de malestar generalizado. En lugar de intentar extirpar todas las malas sensaciones y experiencias de nuestra mente es más humano y más honesto mirar directamente a las cosas malas y escuchar lo que quieren decir. Si la apartamos de nuestra vista nunca recibiremos los mensajes del alma.
Moore nos aconseja que evitemos el enfoque rígido y simplificador de algunos escritos de autoayuda. La identidad es plural y si acogemos sus contradictorias exigencias la vida se expande y se vuelve mucho más plena. A veces podemos entretener a nuestro ego y otras veces podemos ser el sabio desapegado. Ambos son válidos y no tenemos que estar siempre seguros de que la vida tenga sentido.
Algunas de las temáticas interesantes del libro son:
dot Amor. El amor es un acontecimiento del alma que tiene muy poco que ver con nuestro compañero. Es un alivio respecto a la naturaleza mundana y aséptica de la vida moderna. Es una puerta abierta ante el misterio que es lo que explica por qué nos agarramos a él con tanta fuerza.
dot Celos. Los celos no son del todo malos ya que sirven al crecimiento del alma por medio del establecimiento de límites y arraigos. Desafiando las ideas modernas sobre codependencia el autor afirma que está bien encontrar la propia identidad en relación con la de otro.
dot Poder. El poder del alma difiere bastante del poder del ego. Con el ego planeamos, dirigimos y trabajamos hacia un objetivo. El poder del alma es más como una corriente de agua aunque podamos desconocer su origen tendremos que acogerla y dejar que guíe nuestra existencia. Con el alma hemos de abandonar la lógica del consumidor, las teorías de causa/efecto y las del uso eficiente del tiempo.
dot Violencia. El alma ama el poder pero la violencia explota cuando no damos salida a sus imaginaciones oscuras.
dot Depresión. Afirma que todas las culturas que intentan protegerse de la cara trágica de la vida convertirán la depresión en su enemigo pero que en todo tipo de sociedad adoradora de la luz la depresión será especialmente fuerte para compensar su innatural escondimiento.
Thomas MOORE en «El cuidado del alma: una guía para cultivar la profundidad y lo sagrado en la vida de cada día». 

 

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