La lógica del libro es abrumadora: los pensamientos nobles nos hacen nobles, los pensamientos negativos acentúan nuestra infelicidad. Una persona hundida en una postura negativa pensará que el mundo está lleno de confusión y de miedos. Por otra parte, Allen observa que, cuando reducimos nuestros pensamientos negativos y destructivos todo el mundo es menos duro y está dispuesto a ayudarnos.
El aspecto más duro del libro consiste en mostrarnos que sólo nos podemos culpar a nosotros mismos de nuestra condición actual y a nadie más. Su aspecto más alentador es la revelación de las enormes posibilidades contenidas en el hecho de saber que todo depende de nosotros. Si antes éramos unos expertos en crear limitaciones y en tenerlas ahora nos podemos convertir en verdaderos expertos de lo posible.
Una persona o una comunidad tendrán éxito si saben sacar lo mejor de sus fracasos.
Allen sugiere que el mejor camino hacia el éxito es la tranquilidad de espíritu. Las personas tranquilas, sosegadas y determinadas parecen serlo por naturaleza, sin embargo, esas actitudes son casi siempre el fruto del autocontrol. Estas personas poseen un conocimiento avanzado de cómo actúa el pensamiento tras largos años dedicados literalmente a pensar acerca del pensamiento. Estas personas nos atraen como un imán porque no se dejan llevar por los acontecimientos.
James ALLEN en «Cómo el hombre piensa».