Nieve

En el vocabulario de los pueblos esquimales podríamos encontrar más de cien palabras diferentes para designar a lo que nosotros conocemos como la nieve o hielo. Entre los muchos y diferentes tipos de nieve destacaremos las siguientes:
Nieve blanda: Aquella en la que nos hundimos.
Nieve costra: La que su capa superior es firme pero que también cede bajo el peso del caminante.
Nieve dura: La que es resistente y requiere el uso de crampones si el terreno tiene cierta pendiente. Suele ser muy resbaladiza.
Nieve firme: Nieve costra.
Nieve fresca: Nieve recién caída.
Nieve húmeda: Nieve que tiene un gran porcentaje de agua. Pesada de remover. En pendientes fuertes evitar las travesías puesto que puede dar lugar a un alud.
Nieve persistente: Nieve que no acostumbra a fundirse en todo el año.
Nieve podrida: En general es nieve vieja y a menudo saturada de agua cuando no ha helado durante varias noches seguidas. O bien, es nieve fresca recalentada durante el día y no helada durante la noche porque la temperatura es demasiado elevada. Peligrosa y pesada.
Nieve polvo: Nieve recién caída y seca, la ideal para esquiar. Permite una marcha normal elevando más o menos pies y piernas a cada paso según sea la profundidad de la nieve.
Nieve primavera: La que cae durante la primavera. La primera nieve. Muy esponjosa. Peligro clarísimo de aludes si cae sobre una capa de nieve antigua de años anteriores.
Nieve seca: Es nieve polvo con bajo porcentaje de agua.

El Coronas y el Medio

Lo que me escribe Robert el 25 de julio de 1981.
(…) El primer día llegamos a Benasque y subimos a Vallhiverna. Joan y yo hicimos vivac, cosa muy recomendable, ya que vives más la montaña al pasar una noche bajo las estrellas, la Luna y preparándote mentalmente para la ascensión. Por la mañana a las cuatro nos levantamos. Hasta el glaciar vamos con PK y Cia.
Antes del collado de Coronas nos calzamos los crampones y cojemos los dos una canal muy helada y directa hacia la cumbre. Hielo, golpes fuertes de piolet para clavarlo en el hielo. A media canal me salta un crampón. Hacemos escalones y nos llegamos a la piedra. Luego, por una canal de piedra (I-II) llegamos a la cresta y al Coronas (3310 m). Por toda la cresta seguimos al pico del Medio sin ningún problema especial. Al pico del Medio (3345 m) llegamos a las doce del mediodía y comenzamos la cresta hacia la Punta Astorg. La cosa se complica mucho, pasamos gendarmes, pasos aéreos, brechas, pero la roca es buena … y empieza a subir la niebla. Vemos la vía del Maldito y del Astorg. Pero como se nos hace tarde tenemos que deshacer la cresta. Cuando estamos en el Coronas vamos como «borrachos» por la altura. Empezamos la bajada directa al glaciar del Aneto por piedra descompuesta y «esquiando» bajamos al collado de Coronas. (…)
Horarios: diana (4.00), salida de Vallhiverna (5.00), segundo Ibón de Coronas (7.00), canal de hielo cuando me salta el crampón (9.30), Coronas (10.40), salida del Coronas (11.10), Pico del Medio (12.00), gendarmes de la cresta (12.30), regreso al Pico del Medio (13.00), regreso al Coronas (13.10), salida del Coronas con niebla (13.20), en el Lago Coronado descansamos media hora y llegada al coche (16.30).
© Miquel J. Pavón i Besalú. Año 2.002

Motívate

Creencia y destino:
El mensaje más importante de «The Magic of Believing» es que virtualmente cualquier cosa puede ser nuestra y que podemos ser cualquier cosa , si somos capaces de desarrollar un conocimiento sobre ello que no necesitamos cuestionar. Bristol dice que Napoleón y Alejandro Magno se convirtieron en superhombres porque tenían creencias más allá de lo normal. Hay quien dice que nuestras creencias sobre nosotros mismos y nuestro lugar en el mundo son las causas determinantes para alcanzar el éxito.
El sirviente subconsciente:
Si usted puede entender la relación entre la mente consciente y subconsciente, dice Bristol, llegará al corazón del poder de la creencia. El subconsciente contínuamente trabaja para expresar nuestras creencias y deseos más profundos. Es un sirviente fiel que renueva, guía e inspira, pero para obtener lo máximo de él requiere un gran respeto y una gran fe en lo que puede hacer. Ya que el subconsciente funciona en términos de imágenes, es vital que lo alimentemos con imágenes mentales de aquello que deseamos. Entonces puede trabajar para conseguir esa imagen que antes hemos colocado, dándonos intuiciones de qué hacer, dónde ir y a quién conocer.
Proyectar el pensamiento y la creencia:
Bristol apunta que todos los grandes científicos relacionados con la electricidad (Edison, Steinmetz, Tesla, Marconi) estaban interesados en la telepatía. Para ellos no era ridículo creer que los pensamientos podían moverse a través del aire, que podían afectar por sí mismos los sucesos si, al igual que una buena señal de radio, eran fuertes y claros.
El poder de la sugestión:
Amuletos, talismanes y objetos de la buena suerte de cualquier clase no aportan por sí mismos la buena suerte, comenta Bristol, sino que es la creencia en su eficacia lo que es poderoso. La repetición es otra manera de implantar una sugestión en nuestras mentes. La tremenda fuerza de la repetición del pensamiento primero supera la razón actuando sobre nuestras emociones y luego penetra en el subconsciente, donde es sólo cuestión de tiempo antes de que el pensamiento se represente.
Claude M. BRISTOL en «La magia de creer».