(…) El motivo fundamental es explicarte la última aventura de la que me parece ya sabes alguna cosa.
A lo mejor te puede ayudar más el que te incluya los horarios y que te los vaya comentando. Igual son incomprensibles, aunque no lo creo. Fuimos Joan, su primo, Miquel R. y yo.
Viernes: salida de Barcelona a las 16.00, refugio de pescadores al lado del túnel de Viella a las 21.00 (aquí pasamos la noche).
Sábado: salida del refugio a las 9.00, port de Rius 12.45, port d’Estany de Mar 16.00, refugio metálico de la bretxa Peyta 21.00.
Si coges un mapa creerás que somos unas «tortugas cojas», pues no. Te explico: al principio nos lo cogimos con calma, disfrutando del paisaje y de los estanys. Según las guías tardaríamos unas 6 horas. Pues a subir. Entonces nos pusimos a buscar un atajo. El terreno es bastante abrupto, la nieve nos llegaba a la cintura y a veces más arriba (nunca bajó de las rodillas). La piedra estaba helada totalmente y para colmo oscurece y no hay Luna. Nos turnábamos para ir abriendo paso, trabajo muy agotador (en verdad no había nunca luchado tanto como esa vez). Íbamos con una idea fija en la cabeza: llegar al refugio. Era lo único que me movía a intentar avanzar en esa sopa. Pero como ese no fue nuestro día todavía hay más: el final de la brecha no tiene nieve, es peor, piedra totalmente descompuesta y además cubierta de «verglaç» (en algunos lugares la capa de hielo tenía más de un par de centímetros). Era bastante vertical, sin Luna y sin frontales. Ya te puedes imaginar. Miquel y yo llegamos una hora antes que los demás. Yo funcionaba con el «piloto automático». Pusimos una cuerda fija para Joan y para Josep. Empezaba a hacer mucho frío. Cansados como estábamos tuvimos que fundir nieve, tardamos tres horas en poder apagar la sed. Esto sí: el metálico es una delicia. Estuvimos con dos franceses muy simpáticos que iban a escalar el Pa de Sucre. Encontré nuestras firmas en el libro del mes de septiembre de 1979.
Domingo: salida del metálico a las 9.00, pie de la pared 10.00, cima del Besiberri Nord 11.30, pie de la pared 12.45, salida 13.00, estany 14.15, pleta del riu Malo 15.15, presa de Cavallers 16.00, Caldes 16.45, Erill la Vall 18.30 y Barcelona 01.00.
El plan era ir después del Besiberri Nord al Central por la brecha Trescazes lo que implicaba una larga travesía de nieve en muy mal estado y bajar otra vez al túnel de Viella. La cresta del Besiberri Nord al Central descartada en invierno y en verano cuando quieras aunque es necesario conocer pitonar y rapelar. En la subida me puse en un diedro de III+ con un poco de nieve en medio de la progresión pero es seguro. Cuando estaba el primer pitón colocado y preparado para asegurar me dijeron que por allí nada y que no les engañaría a subir por allí. Bajé en rapel hasta abajo (la primera vez que uso un pitón). La pared es muy segura y aérea. Además hacia un día muy bueno. Era de I y de II la escalada pero no es apta para empezar. Hay lugares que impresionan mucho. A la bajada estuvimos a punto de hacer un rapel y cuando estaba montado dijeron que no se fiaban. Era extraplomado y no se veía la cuerda por abajo. Bajamos muy cerca de la arista NE.
Era muy tarde, la nieve estaba podrida, estábamos un «poco» agotados … decisión: bajaremos por riu Malo y llegaremos en auto-stop hasta el túnel. Llegamos a Caldes y todavía no habíamos visto a ningún coche. Allí uno cogió a Joan hasta el túnel y nosotros seguimos bajando mientras hasta Erill. Nos encontramos de nuevo y de regreso a casa con una ascensión más. (…)
© Miquel J. Pavón i Besalú. Año 2.002.
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