Imaginación

Cuentan que, en la Edad Media, un hombre fue injustamente acusado de asesinar a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona influyente y por eso buscaron a un «chivo expiatorio» para encubrir al verdadero culpable.
El hombre fue llevado a juicio, conociendo que tendría poca oportunidad de escapar al veredicto: LA HORCA !!!!!
El juez, también cómplice, cuidó de que pareciera un juicio justo y le dijo al acusado:
– «Conociendo tu fama de hombre devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente. Tú escogerás uno de ellos y será la mano de Dios la que decida tu destino«.
Por supuesto, el juez corrupto había preparado dos papeles con la misma leyenda: CULPABLE y la pobre víctima se dio cuenta que era una trampa.
No había escapatoria.
El juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados.
¿Qué piensas que hizo? ¿Tú que harías? ¿Intentar huir? ¿Resignarte a ese fatal destino? Piénsalo un momento.
Mira qué es lo que hizo aquel hombre inteligente ….
El hombre inspiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados pensando y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa, escogió y agarró uno de los papeles y llevándolo a su boca se lo comió rápidamente.
Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon airadamente.
– «Pero … ¿qué hizo? … ¿Y ahora? … ¿Cómo vamos a saber el veredicto?«.
– «Es muy sencillo» respondió el acusado, «Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos qué decía el que yo escogí«.
Con rezongos y disgustos mal disimulados tuvieron que liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.
Moraleja: Por más difícil que se nos presente una situación nunca dejemos de buscar la salida ni de luchar hasta el último momento. Hay que ser creativo y cuando todo parezca perdido usa la imaginación. En los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.

 

la ayuda que proporciona la autoayuda te puede ayudar

 

Hipnosis

Para Coué, en cada hombre hay una continua interacción entre dos partes fundamentales que están presentes en la configuración de la conciencia individual: el Yo primero consciente y el Yo segundo inconsciente.
Es el Yo segundo el que nosotros no conocemos, el que se presenta de forma dual, mitad genio y mitad esclavo. «Este Yo segundo no duerme nunca y se ocupa de todo lo que el Yo primero le propone. Es el guardián de nuestra memoria, y en cuanto nosotros le pedimos algo que la memoria ha relegado, él lo encuentra sin el más mínimo esfuerzo. Pero se demora en estancias tan lejanas que resulta difícil establecer una relación con él y transmitirle aquello de lo que tenemos necesidad. Parece ser que el mejor momento es aquel en que nuestro Yo primero no está de servicio, es decir, el momento en el cual se está a punto de cojer el sueño, y también el que sigue inmediatamente al despertar» (E. Coué).
Valerio SANFO en Hipnosis y autohipnosis.