Recuerdos ……

Una excursión realizada el 18 de mayo de 1975.
Estoy cerrando una puerta. Me dispongo a ir a casa. En ese preciso momento oigo una voz que me llama. Es extraño. No conozco a mucha gente del lugar. Tampoco creo que me conozca mucha gente. En fin. Doy marcha atrás y espero saber qué se desea de mí. Por aquel entonces tenía 13 años. Era, además, algo o, mejor dicho, bastante tímido.
– «¿Quieres venir de excursión? Nos sobra un sitio.»
El que me proponía la salida me era conocido. Estaba de profesor en mi colegio. Sabía, por otro lado, que era aficionado al alpinismo y estaba organizando actividades con el departamento de educación física del colegio. Se llamaba PK.
Norbert, que es amigo de mi padre desde hace muchos años, me acompañó a casa en coche. Así ganábamos tiempo para salir cuanto antes. Como previamente había llamado a mis padres por teléfono al llegar a mi casa ya lo tenía todo preparado para la marcha. Cargamos con todo y nos fuimos inmediatamente al punto de partida.
En total formamos un grupo de nueve personas y nos desplazamos en dos coches particulares.
Josep M., Narcís y Xavier son de mi curso.
A la ida, una vez queda atrás Olot entramos en la monstruosa carretera de curvas que nos llevará a Sant Salvador de Bianya donde pensamos pernoctar. Como siempre me mareo a mitad de camino y a la hora de cenar, algo indispuesto, no tengo mucho apetito por lo que dejo la materia funjible para el día siguiente. Pedro hizo de las suyas (nadie sabe tantos chistes como él). Como siempre acabamos acostándonos. El lugar en el que dormimos ya me era conocido de excursiones anteriores. Las excursiones que había hecho anteriormente se habían circunscrito por la zona.
El día siguiente estuvo lleno de experiencias. Nunca hasta la fecha había realizado una salida a la alta montaña, me había puesto unas botas de montaña ni había usado un piolet. Fue mi estreno.
Albert, como la casi mayoría de los que integramos el grupo, no está muy experimentado y a pesar de ser mayor que nosotros es como uno más. Es de Palafrugell. No le conocía hasta que realizamos esta excursión juntos.
La verdad es que lo de la alta montaña me afectó un poco y no me acuerdo de muchas cosas. Puedo citar que la altura produce un enrarecimiento del oxígeno debido a la baja presión y que como no estaba acostumbrado me cogió «la pájara» o «mal de muntanya» y no me dejó que acabara la marcha que teníamos prevista. Recuerdo, eso si, que salimos del pueblo de Tregurà de Dalt y nos dirijimos directamente a Els Tres Pics (2529 m) y por la cresta llegamos hasta el Pastuira. Yo me quedé en la falda, en el collado, reponiendo fuerzas para el regreso que sería por el mismo camino de la ida. El camino de vuelta se me hizo más llevadero puesto que estuvo Joan todo el rato a mi lado animándome.
Empezaba en ese momento mi nueva afición. Nuevos amigos. Nadie diría entonces la enorme cantidad de aventuras que me quedaban por realizar. El imprevisible destino no avisa, actúa cuando debe y se acabó.
© Miquel J. Pavón i Besalú. Año 2.000.

Llena tu vacío llenando tu vida de alma

El cuidado del alma es aplicar la poesía a la vida de cada día, devolver la imaginación a esos ámbitos vitales que carecen de ella y reimaginar las cosas que creemos que ya hemos entendido. Las relaciones satisfactorias, el trabajo gratificante, el poder personal y la paz mental son todos dones del alma. Son tan difíciles de alcanzar porque la idea de alma ya no existe para la mayoría de nosotros por lo que ésta tiene que manifestarse en forma de síntomas y de quejas, de angustia, de vaciedad o de malestar generalizado. En lugar de intentar extirpar todas las malas sensaciones y experiencias de nuestra mente es más humano y más honesto mirar directamente a las cosas malas y escuchar lo que quieren decir. Si la apartamos de nuestra vista nunca recibiremos los mensajes del alma.
Moore nos aconseja que evitemos el enfoque rígido y simplificador de algunos escritos de autoayuda. La identidad es plural y si acogemos sus contradictorias exigencias la vida se expande y se vuelve mucho más plena. A veces podemos entretener a nuestro ego y otras veces podemos ser el sabio desapegado. Ambos son válidos y no tenemos que estar siempre seguros de que la vida tenga sentido.
Algunas de las temáticas interesantes del libro son:
dot Amor. El amor es un acontecimiento del alma que tiene muy poco que ver con nuestro compañero. Es un alivio respecto a la naturaleza mundana y aséptica de la vida moderna. Es una puerta abierta ante el misterio que es lo que explica por qué nos agarramos a él con tanta fuerza.
dot Celos. Los celos no son del todo malos ya que sirven al crecimiento del alma por medio del establecimiento de límites y arraigos. Desafiando las ideas modernas sobre codependencia el autor afirma que está bien encontrar la propia identidad en relación con la de otro.
dot Poder. El poder del alma difiere bastante del poder del ego. Con el ego planeamos, dirigimos y trabajamos hacia un objetivo. El poder del alma es más como una corriente de agua aunque podamos desconocer su origen tendremos que acogerla y dejar que guíe nuestra existencia. Con el alma hemos de abandonar la lógica del consumidor, las teorías de causa/efecto y las del uso eficiente del tiempo.
dot Violencia. El alma ama el poder pero la violencia explota cuando no damos salida a sus imaginaciones oscuras.
dot Depresión. Afirma que todas las culturas que intentan protegerse de la cara trágica de la vida convertirán la depresión en su enemigo pero que en todo tipo de sociedad adoradora de la luz la depresión será especialmente fuerte para compensar su innatural escondimiento.
Thomas MOORE en «El cuidado del alma: una guía para cultivar la profundidad y lo sagrado en la vida de cada día». 

 

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