La primera vez que la tercera vez no ha sido «la vencida». ¿Será la cuarta vez la última vez? …. La Barre des Écrins (4101 m)

En este especial fotográfico os voy a enseñar las fotos que se pueden hacer subiendo a la Barre des Écrins por el Glacier Blanc. Impresionante. El camino hasta el refuge des Écrins puede hacerse en un tiempo, más o menos rápido, en función de muchas variables (nuestra forma física, el peso a transportar, el estado de la nieve, …) pero casi hay que contar unas seis horas. Tiempo que si se destina a contemplar el paisaje cambiante, como vereis a continuación, seguramente será uno de los mejores a mantener en el recuerdo. No subais el valle con prisa: es un error. Además, resulta que es uno de los «cuatromiles» que se me resiste y por lo tanto no voy a tener muchos inconvenientes en volver a recorrer este paisaje una vez más … Las fotos, que vais a ver, corresponden mezcladas a las tres veces que he subido (una en el año 1985, otra en el 1987 y la última en el 2001). Es fácil distinguirlas por la cantidad de nieve que se ve. Dejemos pues el coche aparcado en le Pré de la Madame Carle y empecemos a subir …
No se ha caminado un cuarto de hora, para cruzar el gran llano, que empiezan unas primeras rampas y ya a nuestra izquierda aparece el valle del Glacier Noir y al fondo se distingue muy bien el temible col des Avalanches. A la derecha del col sube ya sin intermedios la gran pared hasta la misma Barre des Écrins que se la conoce como la cara sur. A la izquierda resalta el afilado Fifre y el algo más fácil Pic Coolidge (jejeje! esto casi es una broma de mal gusto …).

Fifre y Coolidge
Fifre y Coolidge

Subimos las primeras rampas y nos encontramos el cruce de caminos. Uno que nos conducirá al Glacier Noir y el otro al Glacier Blanc. Suele ser momento para mostrar las primeras debilidades ante la cuesta que nos espera y la excusa suele ser perfecta: el paisaje. Es lo mismo que lo anterior pero quizás lo que se muestra con toda su gran magnitud es la vertiginosa pendiente de la interesante pared sur a la Barre des Écrins.

pared sur de la Barre des Ecrins
pared sur de la Barre des Ecrins

La subida ya puede con los más fuertes. Incluso ellos van a tener que parar para recuperar el aliento. El repechón que nos permitirá superar la cota de la Tête du Vallon nos va a deparar algunas sorpresas. La vista va perdiendo el valle del Glacier Noir. Poco a poco empezaremos a ver la morrena terminal del Glacier Blanc. Aunque, de momento, no la llegaremos a ver aún. Veamos en un último vistazo el valle que vamos a dejar.

Glacier Noir
Pré de la Madame Carle

Enfrente … el impresionante macizo del Mont Pelvoux …

Mont Pelvoux

Y lo que se nos acerca …

Pic Coolidge
Glacier Blanc

Una vez llegamos arriba el camino va a cruzar el río. Un torrente aparece con una fuerza increíble debajo del gran glaciar. Quizás es el momento de reponer fuerzas. Incluso admirar las proezas de algún aficionado a la escalada en hielo. Y, como no, empezar a pensar en superar un segundo gran desnivel que nos conducirá directamente al mismo refuge du Glacier Blanc. Os pongo de lado dos fotos realizadas casi desde el mismo lugar: la de la izquierda es del año 1985 y la de la derecha del año 2001. Podreis apreciar claramente el diferente tamaño del glaciar entre una y otra foto.

Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins

Ahora entiendo porque se llama refuge du Glacier Blanc … La verdad es que no se han tenido que esforzar mucho con el nombre …

Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins

Justo a la salida del refugio ponen un letrerito diciendo que el camino empieza a ser de alta montaña … Y digo yo. ¿Dónde estamos ahora pues? Jejeje! Y es que quieren indicar que a partir del refuge du Glacier Blanc empiezan las dificultades técnicas. Advierten la cosa a la gran cantidad de turistas que recorren este primer tramo. En realidad la única dificultad que hay hasta este punto es única y exclusivamente el andar. Mucho andar. Pero sólo andar. Veamos las dificultades que nos va a deparar el camino.

Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins

Terminado el tercer tramo de gran pendiente llegamos al borde del gran plateaux. Este tercer tramo nos ha permitido superar todo el desnivel del frente glaciar. Hemos llegado a la lengua del glaciar. El camino se suaviza un poco. Terminan las dificultades de la zona de las grietas pero hay que mantener la prudencia. Un paso en falso nos puede hacer pisar un débil puente de nieve y con él caer dentro de una grieta oculta. Nos queda más de un kilómetro hasta el refuge des Écrins. Un paseo por encima de los tresmil metros sobre el nivel del mar.
Glacier Blanc des Ecrins
Glacier blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins
La vista encima de la lengua del glaciar es sublime. Normalmente ya no se habla con el amigo. Vas andando sumergido en tus pensamientos. Hay un horizonte nuevo. El del hielo. Un frío glacial te penetra por todo el cuerpo. Hay que abrigarse y mucho. Esto es el reino del viento. Campa a sus anchas …

Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins
Glacier Blanc des Ecrins

A nuestra izquierda tenemos al nuevo inquilino de nuesta vista: la Barre des Écrins.

Barre des Ecrins

La Barre des Écrins esconde sorpresas. Va a intentar seducirnos. No nos va a mostrar su cara directamente. Tendremos que ir girando poco a poco en el valle siguiendo la gran curva. Lentamente. Muy lentamente.

Barre des Ecrins
Barre des Ecrins
Barre des Ecrins
Barre des Ecrins
Barre des Ecrins
Barre des Ecrins

Subir desde el plató al refuge des Écrins nos va a poner a prueba nuestras últimas fuerzas. Una «subidita» final de unos 150 metros de desnivel. Pero al fin podremos dar descanso a nuestro cuerpo, reponer fuerzas, comer alguna cosa y dormir. La subida desde el refuge des Écrins empieza muy temprano. Más de lo que te imaginas. Esta vez no tuvimos la ayuda que le corresponde a quien madruga. La nieve estaba muy blanda. Hasta las rodillas. Con mucho trabajo realizamos toda la subida de la gran pared que va desde la base hacia la izquierda hasta llegar a la gran rimaya somera. Una vez allí arriba depende de como esté la rimaya que se pueda cruzar por un lado u otro. Normalmente hay que hacer una gran travesía hacia la derecha para ir a buscar el Dôme de Niege. Nosotros llegamos a la cota de los cuatro mil metros casi. Enfrente de la gran y última gran rimaya. No la pudimos cruzar. En la foto se ve claramente como hay el problema del gran desnivel vertical que, hasta cierto punto, es superable. El problema real está en el hueco de su base. No se puede saber si te va a tragar una grieta oculta. Lo más seguro es que sí. En realidad las huellas terminan aquí. Nadie ha continuado más. Por algo será …

rimaya
rimaya

Con la alegría de haber llegado hasta donde se ha podido llegar. Convencidos que hoy la montaña no se va a dejar subir. Os dejo con la foto de lo que se ve desde el lugar más alto que he podido llegar. Al subir arriba de una montaña, que se podía ver el mar desde la cumbre, Néstor, mi hijo de cinco años, me dijo maravillado … ¡papa! yo no sabía que el mar es tan grande … Sí lo es, sí ….

Glacier Blanc des Ecrins

DATOS GPS DEL ITINERARIO DESCRITO
Refuge Cézanne – Pré de Madame Carle 32T 296119 4977286 1893
Cruce caminos Glacier Noir – Glacier Blanc 32T 295435 4977946 2037
Pont sur le T. du Glacier Blanc 32T 295757 4978714 2279
Cruce caminos Ancien ref. Tuckett – ref. Glacier Blanc 32T 295926 4978965 2463
Refuge Glacier Blanc 32T 295843 4979492 2580
Refuge des Écrins 32T 293650 4980622 3186
dot Guía excursionista: Barre des Écrins.
dot Mapa: A6: Écrins, Burg d’Oisans, Briançon. IGN Rando 1/50000.
© Miquel J. Pavón i Besalú. Año 2.002.

¿Hay moros en la vía?

ES UNA RELACIÓN DE ALGUNOS DE LOS ITINERARIOS ALPINOS MÁS INTERESANTES DEL MACIZO DEL JBEL TUBQAL (Atlas marroquí).



La aproximación.
En primer lugar, tenemos que llegar a Marraqueix, capital de la región bereber. Nos adentraremos en el Atlas hasta llegar a Asni. Cogeremos una pista forestal que nos dejará en Imlil (1740 m) que será el lugar en el que vamos a tener que dejar el coche. El tren llega a Marraqueix y una vez allí también es posible cojer autobuses de línea y taxis para que nos acerquen a Imlil. Hoy ya se pueden alquilar coches todoterreno en Marraqueix para los que llegan en avión y disponen de una cartera más «repleta». De Imlil hay que andar hasta la base de casi todos los itinerarios que suelen ser los refugios Neltner (3207 m) y el de Lepiney (3000 m). Se llega a ellos después de una marcha de unas cuatro horas aunque existe la posibilidad de que te suban a lomos de un borrico.

vista general del macizo del Adrar N'Ouanoukrim
Afellah, Clochetons y Biguinoussenne
Tiguesmidas, Akioud y Afellah

Vista del oeste del macizo desde el refugio Neltner. A la izquierda se puede ver el Afellah, los Clochetons y el Biguinoussenne y a la derecha los Timesguidas, el Akioud y el Afellah.
 
El croquis.

mapa de la región del Jbel Tubqal

Jbel Tubqal (4165 m).
1. Vía normal por el Irhzer Ikhibi sur. Fácil.
Hay que cruzar el río un poco más arriba de donde está el refugio Neltner. Subiremos hacia el oeste, es decir, a la izquierda (si tenemos la espalda orientada al camino de aproximación al refugio). Tendremos que rodear un resalte rocoso o una cascada de hielo, según la época del año, por la derecha. El mencionado resalte se ve desde el refugio. Por el fondo del valle llegaremos sin dificultades hasta el mismo collado el Tizi N Tubqal (3971 m). La arista, que es fácil, nos llevará directamente a la cumbre. Una vez llegados al collado hay que ir hacia la izquierda por la arista que tiene una orientación noreste.
2. Arista del Tizi Ouanoum (3664 m) a la cumbre. Bastante difícil inferior (III-).

Del refugio subir por el valle principal hasta el rellano superior. Una vez allí deberemos dejar el sendero para desviarnos hacia la izquierda para dirijirnos al Tizi Ouanoum. La escalada a partir de aquí prosigue por la arista. Sin citar todos los largos de cuerda detallaré lo más característico. Bordear un resalte por su derecha hasta una pequeña brecha al pie de un monolito. Se sube luego por una pared de unos 80 metros de altura marcada por varias fisuras. Realizar un rappel de unos 10 metros por una fisura algo extraplomada. Pasar por una fisura del espolón o evitarla por su izquierda. Superar unos bloques de unos 40 metros de desnivel. Llegaremos a la cumbre del Tubqal W. (4030 m) y desde allí, fácilmente, al collado que empalma con la vía normal al Jbel Tubqal.
3. Cara sur. Muy poco explorada.
Se accede a ella desde el Tizi N Tubqal y bajando hacia la vertiente del lago de Ifni. En la pared se forman couloirs en invierno (ya que en verano no queda nada de nieve en todo el macizo). Hay una gran pared formada por varios espolones interesantes y de considerable desnivel.
 
Timesguida Norte (4082 m), Timesguida Sur (4085 m) y Ras N Ouanoudrim (4070 m).

croquis de los Timesguida
Afellah, Akioud, Biguinoussenne y Timesguidas norte y sur

1. Couloir central de los Timesguida. Poco difícil inferior (II-).
Subiremos por el valle hasta casi llegar al collado. Antes de realizar la pendiente final veremos a nuestra derecha dos grandes paredes triangulares que están divididas por un couloir. Tendremos que desviarnos del camino por la derecha para llegar a su base. El couloir llega a un collado después de un estrangulamiento en el que está la zona de mayor pendiente. Del collado tenemos a nuestra izquierda la cumbre norte y a la derecha la cumbre sur de los Timesguida que estan ambas muy próximas entre sí.
2. Caras norte. Inexploradas.
Hay dos grandes paredes triangulares que están divididas por el couloir central de los Timesguida. El desnivel es de unos 200 a 250 metros. En el año que estuve allí (1984) había dos itinerarios, uno para cada pared, de gran dificultad. La roca es muy buena.
Vista de izquierda a derecha el Afellah, el Akioud, el Biguinoussenne y los Timesguidas norte y sur.
 
Akioud (4010 m).

croquis del Akioud

1. Travesía de las aristas del Akioud. Bastante difícil superior (III+).
Del refugio Neltner subir por el camino hacia el Tizi N Ougane y subir hacia la derecha una vez hayamos pasado un estrangulamiento de uno de los torrentes que llegan al valle principal. Subiremos hasta el Tizi N’Bou Imrhaz que es el collado que forma el grupo Ouanoudrim con el Akioud. Escalaremos la arista sureste del Akioud. Tendremos que dar un rodeo por la izquierda y regresar a la arista por unas chimeneas o couloirs y, posteriormente, por la derecha un poco antes de llegar a la cumbre sur. De la cumbre sur se llega, sin dificultades especiales, a la cumbre central. Un rappel será necesario para descender a la brecha que la separa de la cumbre norte. De la brecha, y por unas lajas fisuradas, llegaremos a la punta norte. Se desciende por la arista y unas pendientes fáciles que dejan un gran resalte a nuestra derecha y es bordeado para llegar a una brecha que domina ya el valle por el que descenderemos. Se llama Amrharas N’Iglioua. Antes de llegar al valle principal se pasa por el estrangulamiento característico que forma el torrente y que nos sirvió de referencia al subir para cojer el valle correcto.
2. Cara este de la cumbre sur del Akioud. Difícil superior (IV+).
Tiene una altura de unos 200 metros. Del refugio Neltner subir por el camino hacia Tizi N Ougane y subir hacia la derecha una vez hayamos pasado un estrangulamiento de uno de los torrentes que llegan al valle principal. Subiremos hacia el Tizi N’Bou Imrhaz hasta situarnos al pie de la pared. Veremos dos grandes chimeneas cortadas por un extraplomo que corta las lajas de la parte inferior de la muralla. Situarse justo debajo de la cumbre. El itinerario recorre la fisura de la izquierda.
 
Tadaft (3912 m).
Cara norte. Inexplorada.
Tiene una altura de unos 100 metros. Del refugio Neltner subir por el camino hacia el Tizi N Ougane y subir por la derecha pasando el estrangulamiento de uno de los torrentes que llegan al valle principal. Una vez se abre el valle veremos a nuestra izquierda una punta que se separa de la cresta principal del Akioud y que ofrece grandes posibilidades de escalada. Su descenso se puede realizar por sus aristas noreste o sudoeste.

Tadaft, Akioud y Tizi Melloul

Afellah (4043 m).
Cara sudeste. Difícil superior (IV+).
Del refugio Neltner subir por el camino hacia el Tizi N Ougane y subir por la derecha pasando el estrangulamiento de uno de los torrentes que llegan del valle principal. Una vez se abre el valle veremos a nuestra derecha una gran pared de unos 500 metros de desnivel. Está marcada por grandes lajas y chimeneas. En invierno podemos subir por el couloir principal que recorre toda la cara hasta llegar a la ancha cumbre. El descenso más cómodo es hacia el Tizi Melloul y de allí al refugio Lepiney. En el caso de querer regresar de nuevo al Neltner habría que realizar el cambio de valle por algún collado próximo.



Biguinnoussene (4002 m).

croquis de los Clochetons

Cara norte. Inexplorada.
Saldremos del refugio Lepiney. Justo a nuestra izquierda (si tenemos la espalda orientada al camino de aproximación del refugio) tenemos la cumbre. El descenso lo tenemos por la arista sur hasta el collado que forma con el Tadat (3837 m) y bajar por las pendientes de nieve o canchales, según la época del año, hasta el refugio otra vez.


Clochetons central.

Dôme d’Ifni (3876 m).

Assif N’Isougouane.

© Miquel J. Pavón i Besalú. Año 2.002.

Al Marroc amb quatre passos

CRÓNICA D’UN VIATGE PELS EXTREMS D’UNS CONTINENTS
(14 d’abril a 1 de maig de 1984)

Estret de Gibraltar

PRIMER PAS
 
Era tanta la falera
d’anar a l’Atlas marroquí
que tot era anomenar-lo
i de galtes enrogir.
 
Tant en fer l’Embardissada
com pujant fins el Cadí
teníem la pensa fixa
en l’Estret i el seu camí.
 
Però uns dubtes ens voltaven:
Passarem de continent?
Els penals que no arribaven,
els noms que no concordaven
l’allunyaven lentament.
 
Calgué que el dia arribés;
que passéssim moltes vinyes,
ametllers i tarongers,
hortes, vegues, camps, campinyes;
 
palmerars, jardins, l’Alhambra,
la Costa dels Gratasols,
una platja feta cambra,
la Línea dels Sibemols.
 
SEGON PAS
 
Passar l’Estret costà una llarga espera,
recerques folles de bosses introbables,
despertars súbits per la Guàrdia Civil,
i un hora i mitja de ser damunt les aigües.
 

rentar plats

A l’altra costat, els carrers de Ceuta,
un port i uns quarters en terreny de moros,
i moros que passen, a peu, la frontera,
carregats de mobles, de fruita o de roba.
 
Minuts burocràtics. Signar alguns papers.
Donar una propina; passar la barrera.
Moments de trifulca dins uns caps escèptics
que per fi respiren a fons i tranquils.
 
Trobem gent amb burro, a peu o amb Mercedes,
muntant bicicletes o inquibits al bus,
camions brunzents i cotxes francesos,
els geeps de l’exèrcit vigilant l’abús.
 
Passem Tetuán. El captard arriba.
Els petits ramats van a joc amb pena:
és tan bona l’herba que banya l’Atlàntic!
Arriba la nit. La lluna pleneja.
 
Quan el jorn clareja, sortim de la tenda,
travessem la platja per l’aigua solcada,
i rentem els plats en aigua d’Atlàntic
cuitant no mullar-nos quan ve alguna onada.
 
Carretera i manta, ja som a Asilah.
Aquí tot és bo, barat i agradable
si hem de fer cas a l’entès de torn,
que sap idiomes i coses d’Espanya.
 
Passem aiguamolls, ruïnes romanes,
campaments de nómades i ciutats deixades
pintades de blanc per semblar més netes
i amb brillants mesquites talment copiades.
 
Un tros d’autopista fins a Casablanca,
i rectes molt llargues amb arcés pels ases,
marjades de cactus i pous per treure aigua.
Mines de fosfats. El tren de la tarda.
 
Per fi Marraqueix, la perla de l’Atlas.
Amb conxa galana d’erectes palmeres.
Un xic més enllà, una font de fama
on carreguen l’aigua damunt de someres.
 
El riu s’encaixona entre plecs juràssics.
Els pobles el vetllen des d’altes terrasses
amb cases d’adob, palets i pissarra.
Dormim vora l’aigua, en plana boscada.
 
S’aixeca el tercer dia de còrrer pel Marroc
clar i nítid de cel, rumorosa l’aigua.
Un nen tot castís la travessa a gual
i ens demana un dírham’s com han fet tants d’altres.
 

Imil

Els altres s’ho miren i ens deuen dir tacos.
Un xic més enllà la brigada d’obres
i la llarga pista que va fins Imil
vorejant terrasses regades a estones.
 
La plaça del poble és plena de cotxes
vinguts de molt lluny amb el mateix fi.
La gent del país ens reb amb ofertes,
els fa gràcia el cava i el tabac d’ací.
 
El que tots volem és un animal
per dur la jalàndria, les botes i el gas.
Un cop carregat emprenem camí,
travessant el poble, vergers i canals.
 
En Josep té feina a seguir la bèstia
i a fer alguna foto si el pas li ho permet.
Els altres pugem amb allò que ens toca,
la nostra motxilla i al cap un barret.
 
Creuem caravanes de gent forastera
i gent del país que baixa cantant
carregada amb feixos de mata espinuda
i un ‘bon jour’ simpàtic tot temps entonant.
 

Imil
Imil
Imil

El verd de les planes va deixant el lloc
als rocs despullats de tot vegetal.
Un corral d’altura i un eremitori
són els últims nuclis de clar habitatge.
 
Desprès venen coves de sopluig precari
i el modern refugi que el Mohamed guarda,
passats els tres mil i arran de la neu,
a sota d’uns cims que tothom esguarda.
 
Li caiem simpàtics i ens deixa el de sota,
que és on dorm el ‘jefe’ quan ve a visitar-lo.
El quid de la cosa rau en els Ducados,
en tractar-lo bé i saber raspallar-lo.
 
Els dos primers dies fem dues sortides
i uns quans quatre mils logrem assolir.
Desprès ve el mal temps, un vent de pronòstic
i pesades boires ens fan desistir.
 

Jbel Tubqal
Jbel Tubqal

Més vénen els bascos i alegren la festa,
parlen de mil coses que a tots ens afecten.
El bo del Maderas hi posa la salsa
i treu un formatge d’aquell que t’hi entestes.

canal Timesguida
Clochetons
Akioud

Quan torna el bon temps tornem a fer cims,
amb cels molt més nítids i llargs horitzons.
I al baixar trobem un paper de wàter
amb un llarg missatge dels companys de sons.

Akioud
Akioud
refugi Neltter

TERCER PAS
 
Llegim al registre: ‘Pasad de Ketama’.
Ens explica el guarda que a casa són vint,
que no hi ha treball al país ni a fora,
que ha de fer de guia si els vol mantenir.
 
Aprenem els límits del poble berber
i fòrmules clares per bé distingir
a gent pertanyent a dues cultures
que es troben unides per un sec destí.
 
Amb aquest bagatge baixem de bell nou
al brugit rural ruixat pel plugim,
sense veure els cimals que la boira amaga
i entonant uns noms que ens costa de dir.
 
Desfem el camí desgranat de records,
escoltant cançons que ens parlen sens fi
d’amor i de lluita, de grans veritats
que un hom va trobant arreu del camí.
 
Correm la Medina del gran Marraqueix.
Veiem com treballen l’aram i el setí,
la llana i l’espart, teixits de bon veure.
També olorem menjar ben florit.
 
Així estem en forma per anar al desert
a veure camells, i sorra i oasis.
Quan ens hi acostem, tot travessant l’Atlas,
veiem horitzons cada cop més amplis.
 

Atlas
Atlas

Muntanyes pelades, poblades de cards.
Estrats successius despullats del tot.
Llits de riu aixuts carregats de còdols.
Si es veu una cabra ja sembla que és molt.
 
L’Wäd Dra porta aigua i alimenta oasis
amb quatre palmeres i desmais retorts.
El gra ja és a l’era i ros el rostoll.
No es veu un bri d’herba que brolli d’enlloc.
 
Planúries inmenses sens res que hi habiti.
Uns quans dromedaris escapçant uns brots.
Unes tendes nòmades amb ramats de cabres.
Més al nord comença el retorn del bosc.
 
És l’Atlas mitjà. El verd altra volta.
Uns cedres altíssims i uns pins de gran port.
Al bac creixen roures i alzines pertot.
Hi acut el turisme que aprecia l’ombra.
 

sombra
carretera
Fez

I arribem a Fès. Per dins, no tan blanc.
El riu que el travessa fa un pèl de podor.
La gent és pesada, no et deixa un moment.
– ‘Sols vull que m’ensenyis a dir quatre mots’.
 
Abans no arribem a passar l’Estret
ens cal passar el Rif -la persecució-
uns sots de pronòstic i boires espesses,
i encara fer nit allà on es fa fosc.
 
QUART PAS
 
Altra volta a la Península.
El paisatge no canvia,
mes la gent fa un altra cara
i el vi et fa companyia.
 

Cordoba

Pobles blancs, braus que pasturen,
no més ases pels carrers,
tot olora a primavera
entre creus, valls i vergers.
 
A la Còrdova nostrada
tot és festa i veure vi.
Cada creu es veu voltada
de flors i gent animada
que balla i canta sense fi.
 
Es balla ‘por sevillanas»;
cadascú mostra el seu art.
Mentrestant en el Varsobia
els tecnos i la ‘new wave’
s’estilen un món a part.
 
Ens costa d’acomiadar
una terra amb tant d’encant,
tanta vida i tant de vi,
i algun que altre interrogant.
 
Però s’acaba el passeig
pels dominis de l’Islam,
pel Magreb -llunyà- que un dia
progectà més llum que un llam.
 
Versos trets del llibre titulat POEMES DE TERRA ENLLÀ. 16 de juny del 1984.
 
© Joan Fort i Olivella. Año 2.005.