Deseo o propósito

El joven guerrero Arjuna, de la familia real de los Pandava, no desea entablar batalla con sus primos de la familia de los Kaurava, ¿y por qué debería quererlo? El lector sólo puede estar de acuerdo con que hacerle la guerra a su propia familia es una locura. El relato es, sin embargo, alegórico ya que trata de la acción y la no acción y nos presenta los conceptos de karma y dharma. Lo que existe, existe por alguna razón, aunque esta razón esté ahí para ser combatida. Sería agradable apartarse de la vida, estar por encima de todo, pero no se puede. Por estar vivos, no podemos impedir la acción o sus consecuencias: esto es el karma. ¿Si debemos lanzarnos a la vida, quién debería ser nuestro guía? Existe la acción motivada por el deseo y la acción dirigida por un propósito. La primera parece más fácil, ya que nos permite vivir sin cuestionarnos nada y requiere poco autoconocimiento. Sin embargo, va en contra de la esencia de la ley universal y suele inducir el espíritu a alejarse de nuestras vidas. La acción intencionada parece más complicada y oscura pero es en realidad el camino más natural, representa la salvación de nuestra existencia e incluso la fuente de nuestro placer. Esta es la acción que brota del dharma.
La Bhagavad-Gita es un libro magnífico porque encarna la mente racional capaz de escoger la acción intencionada por encima de la automaticidad de una vida dirigida por el deseo. En realidad, la razón es el proceso por el que descubrimos nuestro lugar dentro del esquema general del universo y en particular el trabajo o las acciones por las que nuestra existencia se ve justificada y plenamente realizada. La razón es entonces lo que nos convierte en seres humanos.
La Bhagavad-Gita distingue los tres elementos constitutivos de la naturaleza: Tamas (la oscuridad), Rajas (el fuego) y Sattva (la luz). Un estilo de vida Rajas se traduce en una vida llena de acción y de constante ocupación, con mucha dispersión, un hambre insaciable de novedades, falta de reposo y deseo por las cosas y las personas. Se trata de ganar y obtener, de una vida centrada en lo que es mío y lo que no es mío todavía. Tamas simboliza la inercia, la insipidez, el descuido, la ignorancia lo que hace que sea una vida bastante mediocre. Sabrás que estás experimentando una vida Sattwa cuando las intenciones son nobles y cuando sientas paz cumpliendo tus acciones. Tus obras se convierten en tu templo y las realizarás aunque no recibieras ninguna recompensa.
La Bhagavad-Gita enseña que puedes lograr sentirte bien contigo mismo sin necesidad de reconocimiento externo: tú sabes que realmente vales mucho. Uno de los campos principales para llegar a este nivel es la meditación que aporta el desapego respecto a emociones tales como el miedo y la codicia. El libro insiste en remarcar que la persona iluminada permanece inmunizada frente al éxito o al fracaso y no se deja llevar por los acontecimientos o las emociones.
BHAGAVAD-GITA

 

la ayuda que proporciona la autoayuda te puede ayudar

 

Si quiero ….. puedo

Collier guía al lector a través de un paisaje mental de tres niveles: la mente consciente, subconsciente y la supraconsciente.
La parte consciente de nuestra mente la consideramos como nuestro yo, pero sólo representa una pequeña parte de la mente. La gente con éxito tiene una buena relación entre esa parte y su subconsciente, a la que dirigen para crear cosas para ellos y solucionar sus problemas. La parte subconsciente del cerebro sabe cómo hacer un millón de cosas perfectamente y las hará si la dejamos. El subconsciente es moralmente neutral y muy abierto a la sugestión. Si le proporcionamos al subconsciente pensamientos e imágenes de plenitud y éxito, trabajará para convertirlos en realidad. Si le damos pensamientos negativos creará circunstancias negativas. Collier sugiere que el sentimiento que a veces tenemos de estar siendo guiados hacia cosas mejores o lejos de las malas es de hecho una función de la mente supraconsciente. Dice, que si se le pide ayuda, acudirá en breve.
Collier señala que una vez hemos conseguido un objetivo es más probable que volvamos a conseguir otro porque ahora ya lo tenemos en nuestro interior para tener éxito. En otra analogía, sugiere que cuando deseamos algo con fuerza y creemos que lo conseguiremos hace que se ponga en movimiento un remolino mental que se traga las cosas, la gente y las circunstancias necesarias para permitir su realización.
Collier implacablemente va al fondo de lo que realmente significan conceptos como voluntad, deseo y ambición y como pueden ser utilizados. Lo básico de su pensamiento es que el éxito debe verse en la vida a través de imágenes que le den fuerza. Cualquier cosa hecha en el mundo real, dice Colliet, debe verse en la vida a través de imágenes que den fuerza, es por este motivo por el que ve tan importante la visualización.
«Poca gente sabe lo que quiere» (Colliet).
Robert COLLIER en «El secreto de las edades».

Motívate

Creencia y destino:
El mensaje más importante de «The Magic of Believing» es que virtualmente cualquier cosa puede ser nuestra y que podemos ser cualquier cosa , si somos capaces de desarrollar un conocimiento sobre ello que no necesitamos cuestionar. Bristol dice que Napoleón y Alejandro Magno se convirtieron en superhombres porque tenían creencias más allá de lo normal. Hay quien dice que nuestras creencias sobre nosotros mismos y nuestro lugar en el mundo son las causas determinantes para alcanzar el éxito.
El sirviente subconsciente:
Si usted puede entender la relación entre la mente consciente y subconsciente, dice Bristol, llegará al corazón del poder de la creencia. El subconsciente contínuamente trabaja para expresar nuestras creencias y deseos más profundos. Es un sirviente fiel que renueva, guía e inspira, pero para obtener lo máximo de él requiere un gran respeto y una gran fe en lo que puede hacer. Ya que el subconsciente funciona en términos de imágenes, es vital que lo alimentemos con imágenes mentales de aquello que deseamos. Entonces puede trabajar para conseguir esa imagen que antes hemos colocado, dándonos intuiciones de qué hacer, dónde ir y a quién conocer.
Proyectar el pensamiento y la creencia:
Bristol apunta que todos los grandes científicos relacionados con la electricidad (Edison, Steinmetz, Tesla, Marconi) estaban interesados en la telepatía. Para ellos no era ridículo creer que los pensamientos podían moverse a través del aire, que podían afectar por sí mismos los sucesos si, al igual que una buena señal de radio, eran fuertes y claros.
El poder de la sugestión:
Amuletos, talismanes y objetos de la buena suerte de cualquier clase no aportan por sí mismos la buena suerte, comenta Bristol, sino que es la creencia en su eficacia lo que es poderoso. La repetición es otra manera de implantar una sugestión en nuestras mentes. La tremenda fuerza de la repetición del pensamiento primero supera la razón actuando sobre nuestras emociones y luego penetra en el subconsciente, donde es sólo cuestión de tiempo antes de que el pensamiento se represente.
Claude M. BRISTOL en «La magia de creer».