Barre des Écrins (4101 m)

«La noche pasó sin nada digno de mención, pero al amanecer tuvimos la ocasión de contemplar un curioso ejemplo de evaporación, que puede observarse con frecuencia en los Alpes. La noche anterior habíamos colgado de un bloque de roca una bolsa de tela que contenía cinco botellas de un vino de Rodier barato. Por la mañana, aunque el corcho había estado colocado durante toda la noche, alrededor de la quinta parte del vino se había evaporado. Era extraño, ni mis amigos ni yo nos lo habíamos bebido, y los guías dijeron que no vieron a nadie tocar la bolsa. Ciertamente, estaba claro que no había otra explicación, para semejante fenómeno que la sequedad del aire. Es importante decir que la sequedad del aire (o la evaporación del vino) siempre es mayor cuando hay una persona extraña en el equipo. La sequedad causada por la presencia de tan sólo un porteador de Chamonix es tan grande que a veces no sólo la quinta parte, sino toda la botella se evapora. Durante un tiempo, tuve dificultades para evitar este fenómeno, pero más tarde descubrí que si usaba la botella como almohada durante la noche la evaporación era nula».
Edward WHYMPER en «Scrambles Amongst The Alps».
dot Situación: A unos 50 Km al sureste de Grenoble (Francia) y fácilmente accesible desde Briançon se encuentra el Parc National des Écrins en la región del Dauphiné. Nombre que comúnmente se aplica a toda la zona de los Alpes franceses que están entre el Mont Blanc y Provence. El conjunto montañoso de los Écrins comprende, aparte de la Barre des Écrins que es el punto culminante, otros dos cuatromiles secundarios: el pic Lory (4086 m) y el Dôme de Niege (4015 m).
dot Aproximación: Para acceder al macizo lo habitual es hacerlo por Ailefroide o desde La Bérarde.
dot Puntos de partida:
Ailefroide (1503 m) es un grupo de hoteles en Vaillouise desde donde la carretera de aproximación sale a unos 16 Km de Briançon. Tiene servicio de autobús. Carretera cerrada en invierno.
La Bérarde (1711 m) es un pueblo de montaña a 26 Km al sureste de La Clapier, en el valle de la Romanche, desde el que sale la carretera. Hay servicio de autobús a Grenoble. La carretera está abierta un determinado horario y en invierno queda cerrada. La aproximación oriental a través del Val de Etançons, el Vallon de la Bonne Pierre y el glaciar del mismo nombre es más problemática y se requieren unas cinco horas para alcanzar el Col des Écrins (3367 m).

Barre des Ecrins

dot Fotos: La Barre des Écrins. Arriba fotografiada desde el Glacier Blanc. Abajo es la vista que podremos contemplar subiendo al Pic du Glacier Blanc.

Barre des Ecrins

dot Ruta normal: Cara Norte, arista Oeste. PD+ (II). Inclinación de unos 40 grados. Tiempo unas 6 horas desde el refugio des Écrins. Hay unos 1000 metros de desnivel. Se trata de una travesía glaciar para llegar a la arista este y desde allí es una escalada mixta. Uno de los puntos complicados de la ascensión es cruzar la rimaya. Una vez en la arista al principio hay un par de largos que son los más difíciles y luego se suaviza.
dot Itinerario por el Glacier Blanc (ruta normal): resulta que de la Barre des Écrins he realizado un reportaje fotográfico especial que lo puedes visitar en este artículo: La primera vez que la tercera vez no ha sido «la vencida» . ¿Será la cuarta vez la última vez? ….. La Barre des Écrins (4101 m).
dot Otras rutas:
Arista Noreste. AD (III). Hasta 50 grados de inclinación. Tiempo unas 2 horas y unos 400 metros de desnivel desde la Brèche des Écrins. Es una escalada mixta.
Pilar Sur. MD (V y V+). Tiempo unas 9 horas y unos 1000 metros de desnivel desde el pie de vía. Se trata de una escalada en roca clásica.
dot Refugios: refugio Cézanne (1784 m), refugio des Écrins (3170 m), refugio Temple-Écrins (2410 m) y refugio del Glacier Blanc (2550 m).
dot GPS (WGS84): 32T 289521 4977153.
dot Guía excursionista: Barre des Écrins.
dot Mapa: A6: Écrins, Burg d’Oisans, Briançon. IGN Rando 1/50000.

Aiguille du Midi (3842 m)

Aiguille du Midi

Fotos: Unas vistas magníficas de l’Aiguille du Midi. En esta primera foto vemos su cara este fotografiada desde la parte superior de la Vallée Blanche. A continuación en la segunda foto destaca l’Aiguille du Midi a la derecha y detrás al fondo aparece l’Aiguille Verte.
dot Mapas: Chamonix – Massif du Mont Blanc, IGN 1/25000. A1: Pays du Mont Blanc, IGN Rando 1/50000. Monte Bianco, Courmayeur, La Tuile (núm. 107), Instituto Geográfico Italiano 1/25000.

Aiguille du Midi

Abajo l’Aiguille du Midi fotografiada desde la parte inferior del Glacier des Bossons.  Aiguille du Midi

 

Aiguille du Midi

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Sensaciones en una caída mortal

La gran mayoría de los accidentados – aproximadamente el 95% – manifiestan, independientemente de su grado de formación, las mismas impresiones, percibidas sólo de una forma ligeramente diferente. La muerte producida por un accidente súbito origina en casi todos el mismo estado espiritual, completamente diferente al que se produce ante una causa de muerte menos repentina.
Este estado puede caracterizarse brevemente de la siguiente manera:
No se siente ningún dolor, tampoco un miedo paralizante, tal y como puede aparecer en el caso de un peligro menor (incendios, etc). Ningún miedo, ni el menor rastro de desesperación, ningún sufrimiento, más bien una seriedad reposada, una profunda resignación, una controlada seguridad y agudeza espiritual. La actividad intelectual es enorme, multiplicándose por cien la intensidad y velocidad del proceso. Las circunstancias tales como la eventualidad de una escapatoria se contemplan con absoluta objetividad, de ningún modo se cae en la confusión. el tiempo parece dilatarse. Se actúa con una velocidad fulgurante y se toman las decisiones correctas. En muchos casos, a continuación se produce una visión súbita del propio pasado en su totalidad. Por último, el que sufre una caída escucha con frecuencia una música agradable para caer a continuación en un cielo azul tachonado de nubecillas rosas. Entonces se extingue la consciencia sin dolor – habitualmente en el momento del impacto, el cual puede oirse, pero nunca ocasionar dolor. Probablemente el oído sea el último de los sentidos en desaparecer.
Albert HEIM en «Notas sobre la muerte por caída mortal» (1892).