ESTA CRÓNICA RELATA CÓMO NUESTROS INTRÉPIDOS VIAJEROS SE SALVARON DE UN FEROZ ATAQUE DEL MONSTRUO DEL LAGO NESS.
Martes, 18 de agosto del 2009.
Salimos de Girona a mediodía. Después de comer en el restaurante de mi amigo de Vilajuiga «El Cau» pasamos un momento por el terreno a recoger los últimos bártulos y llegamos a La Jonquera a eso de las cuatro. Es un día de mucho calor. Hacemos camino por Francia hasta las diez de la noche. Dormimos en el área de servicio de la autopista de Chalon-sur-Seoane un lugar que ya nos era conocido del anterior viaje al Nordkapp.
Miércoles, 19 de agosto del 2009.
Ya no hace tanto calor. Acabamos de hacer la ruta hasta Calais y podemos embarcar rumbo a Dover. Encontramos un camping bastante cerca. El camping Holiday Park situado en Hawthorn Farm – Martin Mill. Da mucha impresión y miedo conducir por la izquierda y realmente hace que se tengan que usar los cinco sentidos.
Jueves, 20 de agosto del 2009. London.
Visitamos por la mañana la ciudad hasta la hora de comer todo lo que es la zona del Big Ben y el parlamento. Comemos en un restaurante italiano que lo lleva un chico muy simpático. Por la tarde nos dirigimos hacia Windsor y tenemos realmente problemas para encontrar la autopista correcta de salida de la ciudad. Encontrarnos un camping también se nos hace muy difícil porque las señalizaciones son realmente malas. Acabamos en un camping situado en Eversley.
Viernes, 21 de agosto del 2009. Lego Park (Ascot – Windsor).
Es parque de atracciones está bien aunque no tiene muchos espectáculos sólo tiene atracciones. Va lloviendo con intermitencias pero allí sólo paran un rato cuando el chaparrón es muy fuerte. Como hace Sol de vez en cuando nos permite ir subiendo a los sitios sin problemas aunque no te libras de hacer muchas colas.
La zona de Windsor es de alto copete y al cabo de los años todavía mi hijo se acuerda de los cochazos que se ven en esa zona no vistos en ningún otro sitio del mundo.
Volvemos a dormir otra vez al mismo camping situado en Eversley.
Sábado, 22 de agosto del 2004. Stonehenge.
Hoy día se ha convertido este lugar en un sitio de culto multitudinario. Va una gran cantidad de personas de todos los lugares del mundo. Dan un telefonillo que te va explicando lo que les parece y hay que dar la vuelta por un único camino. Tenemos un día tapado de nubes y la lluvia nos hace correr a la hora de comer, muy a mi pesar, porque acabo de estrenar una «picnic rak» acabada de comprar. Sólo me faltará comprar un «picnic basket» y ya tendré el equipo completo para hacer comidas campestres bucólicas y románticas. Claro que también me faltará lo básico que es la buena compañía femenina ….. ;-(
Por la tarde ya nos encaminamos hacia el norte a tierras escocesas bajo una intensa lluvia que nos hace desistir el parar a ver la muralla de Adriano y dejar la visita para el regreso. Encontramos un buen camping cerca de Windermere.
Domingo, 23 de agosto del 2009.
La lluvia nos hace posponer cualquier visita por lo que vamos haciendo ruta hacia el norte todo el día. Antes de llegar a Fort William encontramos un camping que está bastante bien para hacer una noche. Ya es por la noche cuando para la lluvia un poco pero no nos acaba de abandonar.
Lunes, 24 de agosto del 2009. Loch Ness – Lago Ness.
Aprovechamos bien el Sol bien bonito de la mañana para dar una vuelta en barca por el lago Ness. Aunque se oye un par de veces la sirena del barco avisando la cercanía del monstruo no lo acabamos de ver. Será a la hora de comer que tenemos un susto mayúsculo. La pericia de nuestros expedicionarios permite que podamos hacer incluso un video. Por la tarde pasamos, gracias a un puente, a la isla de Skye y acabamos en un camping muy sencillo en Uig.
Impresionante video en el que se ve cómo nos ataca el famoso monstruo del lago Ness.
Martes, 25 de agosto del 2009. Isla de Skye.
La lluvia no nos deja en todo el día. Damos la vuelta a toda la isla de Skye y hacemos carretera en dirección a Inverness. Vamos a dormir a un camping situado a las afueras de Edimburgo. Cansados de la humedad y de poder hacer pocas visitas por la constante lluvia que nos desvarata todos los planes decidimos empezar el regreso.
Miércoles, 26 de agosto del 2009. Edimburgo.
Sale el día lloviendo y nos tenemos que conformar ver la ciudad desde el coche así que la cruzamos por el centro aún y estar todo en obras. Hacemos toda la jornada con lluvia y llegamos a Calais a medianoche. Cruzamos el canal de la Mancha de madrugada y dormimos en la primera área de servicio de Francia a unos 60 kilómetros.
Jueves, 27 de agosto del 2009.
Tardamos todo el día para cruzar las tierras francesas. Lo que si nos alivia es que por fin nos deja en paz la lluvia. Hemos quedado un poco hartitos la verdad. El regreso, hecho sin correr mucho, hace que llegemos a medianoche a la ciudad de Girona.
NORDKAPP: 71 grados 10 minutos 21 segundos de latitud Norte.
SI QUIERES IR AL CABO NORTE TIENES QUE SABER PERDER EL NORTE !!!!!
Se dice que sir Ernest Shackleton insertó en la prensa británica en diciembre de 1901 un anuncio en el Times de Londres para reclutar tripulación que decía algo así como ….
«Men wanted for hazarous journey. Small wages. Bitter cold. Long months of complete darkness. Constant danger. Safe return doubtful. Honour and recognition in case of success.»
(Se buscan hombres para peligroso viaje. Salario reducido. Frío penetrante. Largos meses de completa oscuridad. Constante peligro. Dudoso regreso sano y salvo. En caso de éxito, honor y reconocimiento).
Así que no es extraño que de Shackleton se dijera:
“Para conductor científico, denme ustedes a SCOTT; para viajar veloz y eficientemente, AMUNDSEN; pero cuando uno se encuentra en una situación desesperada, cuando parece que no hay salvación, conviene arrodillarse y pedir a Dios que le envíe a SHACKLETON.“
Plantearse un viaje de estas características sobretodo genera duda. Es una duda por lo desconocido y lo que puede pasar. Es una aventura !!!!! No me imaginaba al salir que sería una tremenda prueba mental. Y es que, básicamente, se trata de un viaje que pone a prueba la capacidad de resistencia de la mente. Es curioso que sea así pero es así …. Llegando justo a la entrada del Nordkapp nos encontramos a otro chico que había salido de Barcelona …. nos contaba que su novia a medio camino no lo había resistido más y había subido a un avión para regresar a casa !!!!! Lo entendí perfectamente ….
Es un viaje que para mí representa un antes y un después. Tuve la gran fortuna de tener como acompañante, amigo y copiloto a mi hijo de 11 años. Fue todo el viaje estupendamente !!!!! Nos pasó de todo …. pero nos lo pasamos genial.
Es curioso …. pero ningún conocido cercano nos desea un buen viaje …. tienen que ser unos desconocidos alemanes en el peaje de Montpellier los únicos que nos lo desean cuando les decimos que no vamos a visitar Alemania sino que pretendemos llegar al punto situado más al norte de Europa.
DÍA: 4 de agosto del 2007 – GIRONA – BEAUNE (Francia).
18:50 Salida de Girona.
2:35 Paramos a dormir en el área de descanso de Beaune-Merceuil (Francia) de la autopista. Está muy bien y tiene muchos rincones que permiten algo de privacidad.
Hacemos unos 735 Km. para ir abriendo boca ….
DÍA: 5 de agosto del 2007 – BEAUNE – LA FERTE-GAUCHER (Francia).
12:00 Salida del área de servicio de Beaune-Merceuil.
15:30 Llegada al camping Joël Teinturier de la Ferte-Gaucher. Está bien aunque esta vez nos cuesta horrores encontrarlo. Sé que el camping está en el pueblo porque ya habíamos estado en él unos años antes pero con lo mal indicado que está no acierto a dar con él.
Hacemos unos 312 Km. más.
DÍA: 6 de agosto del 2007 – EURODISNEY (Francia).
Aunque llueve un poco nos lo pasamos muy bien. Esta vez nos quedamos hasta el desfile que hacen justo antes de cerrar por la noche: es sensacional !!!!! Me lo había recomendado un amigo y la verdad es que tengo que darle las gracias.
Dormimos en el parking del parque de atracciones que está muy bien acondicionado para las autocaravanas. Tiene hasta duchas !!!!!
DÍA: 7 de agosto del 2007 – PARÍS (Francia).
No podemos subir a la torre Eiffel debido a la gran cantidad de gente que está esperando para subir. Es una locura, increíble !!!!! Nos armamos de valor ….. para recorrer con el barco el río Sena a pesar de la gran cola que hay: unas dos horas de espera más o menos ….
Por la tarde y por la noche hacemos carretera. En una gasolinera de Amberes unos camioneros alucinan cuando les decimos que pretendemos llegar hasta el Nordkapp ….. en realidad todavía nos queda mucho !!!!! Llegamos a la altura de Groningen (Holanda).
Hacemos unos 630 Km.
DÍA: 8 de agosto del 2007.
Cruzamos todo Alemania y Dinamarca. En Alemania entiendo porque los alemanes van con sandalias y calcetines …. Es el único lugar de Europa que uno agarra frío …. en los pies desnudos !!!!!
Llegando a la frontera de Dinamarca paramos en la frontera y todas las oficinas de cambio están abandonadas. Pienso, equivocadamente, que en Dinamarca usan el euro como moneda cuando no es así. La sorpresa me la encuentro cuando tengo que pagar el peaje de los puentes que cruzan el mar Báltico hasta Suecia. No me queda otra que sacar un billete de 100€ y preguntar con mi fantástico inglés …. «is good ????» …. el gesto de la cajera arrebatándome el billete me da a entender que aunque no sea moneda corriente no le hacen ascos ….
Hacemos unos 830 Km.
DÍA: 9 de agosto del 2007 – CAMPING DE KULLABERG (SUECIA).
Hacemos un día de descanso aprovechando que es un día soleado y caluroso para no hacer nada.
DÍA: 10 de agosto del 2007.
Hacemos unos 686 Km. y llegamos cerca de Mora (Suecia). Nos aproximamos a la frontera finlandesa aunque todavía queda algo lejos …. Y es que lo de Suecia tiene su chiste …. resulta que en el mapa de Europa se ve un país tirando a pequeño cuando en realidad es más largo que varios días sin pan …. el país lo deben de dibujar en los mapas en perspectiva y seguramente lo ponen más pequeño de lo que se merecería.
DÍA: 11 de agosto del 2007.
Hacemos unos 398 Km. y llegamos a Ostersund (Suecia). Encontramos un camping que está muy bien cerca del río Hårkan. El ambiente del ártico ya se empieza a notar …. El gerente del camping es un chaval super simpático. Nos lo explica todo detalladamente y nos dice que en un extremo hay «two sheeps» …. yo le miro con cara de póker total …. y mi hijo me dice con toda naturalidad …. «sí, papá, dos ovejas» …. «aaaaaa, sí claro, dos ovejas» digo yo más alucinado si cabe …. sin entender qué demonios hacen allí precisamente dos ovejas …. pero claro ….. uno acaba entendiendo que lo importante es no intentar entender nada porque al instante el hombre agarra un sombrero cowboy y una guitarra y se pone a cantar por unos altavoces para amenizar el ambiente …. la escena me recuerda a la serie «Doctor en Alaska» ….
DÍA: 12 de agosto del 2007 – LITS CAMPING.
Reemprendemos la marcha por la tarde y la noche consiguiendo llegar al fin a la frontera finlandesa donde hacemos algunas compras aprovechando que el país usa los euros como moneda.
DÍA: 13 de agosto del 2007 – NORDKAPP (NORUEGA).
Llegamos por fin al Nordkapp hacia las 22.00 de la noche. Nos encontramos un ambiente frío, ventoso y espectacular.
DÍA: 14 de agosto del 2007 – NORDKAPP (NORUEGA).
Es mi cumpleaños. Pasamos la noche en el Nordkapp. Estamos hasta a eso de las dos de la madrugada jugando a cartas dentro de la furgoneta. Increíble la cantidad de turistas que había en la zona que había llegado en autobús. Comprobamos que efectivamente no se hacía de noche. El Sol recorría justo el horizonte. Por la mañana ya iniciamos el retorno. Llegamos hasta Keilajoki (Finlandia).
P.K. 0 Km. Nordkapp (Noruega).
P.K. 335 Km. Keilajoki (Finlandia).
DÍA: 15 de agosto del 2007.
En Romanievi encontramos la casa de Santa Claus cerrada ya que sólo la abren durante las fechas navideñas.
P.K. 1184 Km. Viitasaari (Finlandia).
DÍA: 16 de agosto del 2007.
Entenderme con el guarda de entrada al ferry fue toda una odisea. Intenté no reir en todo momento. Parecía que hablara con un robot. Repetía todo sin parar. Primero …. «this ship is full», «this ship is full», «this ship is full», «this ship is full» …. y luego «nine to ten», «nine to ten», «nine to ten», «nine to ten» …. Al rato de oirle lo mismo empiezo a entender lo que pretende decirme. Le digo yo de forma solemne …. «nine to ten HERE?». Como me contesta con un solemne «YEAHHHH!» parece que tendremos barco para esa noche aunque tengamos que esperar unas horas. Sin más contratiempos cruzamos por la noche el mar Báltico con el ferry que va de Helsinki a Tallin. Alucino de lo barato que es el viaje porque no nos cuesta ni 50 euros dos personas y la furgoneta. Dormimos a las afueras de la ciudad de Tallin bajo una gran tormenta.
P.K. 1621 Km. Tallin (Estonia).
DÍA: 17 de agosto del 2007.
Cruzamos Estonia, Letonia y Lituania. En estos países todavía se nota la pobreza. Aprovecho para explicarle a mi hijo como era el sistema económico comunista. Se me hace curioso que mi hijo me pregunte que si todo era de todos qué pasaba con los juguetes …. eran también todos de todos ????? Pregunta inteligente ….. Fue recorriendo estos países que nos inventamos el nombre de «conducción rusa». Son países que no tienen autopista y la Comunidad Europea está subvencionando la mejora de sus carreteras. Como las nuevas son bastante anchas tienen por costumbre circular por el arcén. De esta forma queda un gran espacio central que se usa para adelantar el primero que le pone ganas y narices. Por la tarde ya empezamos a recorrer Polonia …. Lo que uno si deduce en estos países excomunistas es que nadie tiene ni idea de inglés ni ningún idioma occidental. Le explico a mi hijo que no nos queda más remedio que entendernos con el idioma indio …. o sea …. utilizando únicamente los signos y gesticulando. Él mismo lo comprueba cuando en una gasolinera pregunta para ir al servicio. No le entienden de ninguna manera hasta que hace unos claros gestos bien entendedores ….
P.K. 2427 Km. Varsovia (Polonia).
DÍA: 18 de agosto del 2007.
Cruzamos Polonia casi todo por carretera.
P.K. 3420 Km. Bayreuth (Polonia).
DÍA: 19 de agosto del 2007.
Por la mañana nos instalamos en un camping algo cutrillo cercano a Hof (Alemania). A lo tonto a lo tonto nos acabamos quedando todo el día. No tengo ni idea de alemán. Gracias a unas simpáticas abuelillas que me ayudan a seguir los innumerables pasos consigo hacer la colada en la lavadora correctamente sin hacer ningún estropicio digno de mención.
DÍA: 20 de agosto del 2007.
Cruzamos Alemania de día y por la noche llegamos cerca de Valence. Como por la noche se pone a llover intensamente no me animo a llegar hasta Girona y hacemos noche en un área de servicio de la autopista.
P.K. 4450 Km. Valence (Francia).
DÍA: 21 de agosto del 2007.
Llegamos por fin a Girona a eso de las 16.00 de la tarde después de hacer unos 7 Km. de cola para pasar la frontera y otra hora más de cola para poder comer unos tristes macarrones en el self service de la autopista. Sólo se aguanta la espera si se está famélico y con una impresionante tormenta estival de fondo. Y por lo que parece hay que recorrer toda Europa para constatar que en el único país donde hay importantes atascos no es ni más ni menos que el nuestro !!!!!!
ESTA CRÓNICA TRATA DE EXPLICAR CÓMO MIGUEL J. PASÓ A LA FAMA EN EL COLEGIO MAYOR. Crónica de la ascensión al Peñalara (2430 metros).
Todo empieza en el desayuno. La actividad del mayor se empieza a oír. Como siempre el encargado de las comidas pregunta al personal lo habitual: ¿tarde?, ¿pronto?, ¿normal?… Y es un martes 16 de julio cuando el encargado oye algo poco común. Es Miguel quién da la nota excepcional, pide ni más ni menos que doce comidas de excursión para un día y a la hora de merendar. Él toma nota de lo pedido y de momento ya hay una gestión resuelta.
Pasan las horas y la gente se apunta y desapunta con una rapidez inverosímil y nunca visto. Total, a la hora de la merienda están dispuestos a salir siete personas y al acabar la merienda ya no quiere salir nadie. El día es magnífico, ¡qué capacidad de raje!
A las nueve, tras una reunión de urgencia se deciden a salir seis son: Emilio, Manolo, Pedro, Ramón, José Carlos y Miguel. En dos minutos se hacen las mochilas, se cogen las tiendas de campaña, mantas, las comidas y Ramón se hace con un brazalete que no viene al caso lo que ponía en él.
Después de un cortísimo diálogo entre Miguel y Ramón y motivados por la pereza optamos por dejar las tiendas en el colegio ya que Miguel recuerda un lugar, cercano a Cercedilla, en el que podremos pernoctar. El uno de mayo había dormido en un refugio que estaba en el antiguo campamento de la OJE. Después de avisar a José Carlos que empezábamos a salir, cojimos todos los bártulos y nos dirijimos al autobús. Ramón parecía que se iba a una manifestación, con sus vaqueros, playeras y brazalete. Manolo se camuflaría perfectamente entre los guerrilleros de Biafra. Pedro no hacía más que preguntar. Emilio parecía que iba a participar a algún número de un festival. Miguel llevaba una indumentaria himaláyica y el centro de todas las guasas pasó a ser el calzado: las botas de montaña.
Como es usual entramos a la estación de Chamartín a todo correr. José Carlos batiendo el récord en puntualidad aún llegó más tarde. Al fin ya estábamos instalados en el último tren que salió hacia Cercedilla. El viaje fue para todos sensacional, hubo quienes se pusieron a contemplar el anochecer, otros intercambiaron opiniones políticas, también hubo quien aprovechó la ocasión para conocer gente nueva y cómo no, que mejor ocasión en el tren y de excursión al monte puede haber para repasar algo del Millán Puelles.
Así que llegamos al final del trayecto. Nos bajamos y preparamos las cosas para empezar a andar. Atención, es de noche, luego hará falta una linterna. Ni corto ni perezoso Miguel saca la frontal y después de encenderse un instante se apaga para no volver a lucir en el resto de la noche. Ha logrado aguantar todas las pruebas que le somete Emilio y se niega a lucir. La bombilla se ha fundido. Da igual, Miguel recuerda bien el camino y la Luna brilla lo suficiente para poderse orientar.
Hay un cierto clima de desconfianza y de buen humor. Miguel empieza a andar en dirección al túnel y es necesaria una buena argumentación del caso para convencer a los demás que realmente el camino va por allí. Efectivamente, después de unos zigzags nos situamos por encima del túnel, pasamos a través de unos chalets y llegamos a la carretera. Cruzamos más tarde una valla que se utiliza para que no se escape el ganado de esa zona y empezamos a andar por un camino de herradura que circunvala el pueblo. Al hacerse éste demasiado largo y al oír siempre de Miguel que tuviéramos paciencia, ya queda poco, son sólo cinco minutos, … empezaron de nuevo los disturbios. En este ambiente aparece un coche que viene en dirección contraria. Pedro con su enorme afán de preguntarlo todo va y para el coche, les interroga y obtiene de ellos información del emplazamiento del campamento. Parece que existe tal lugar, el coche venía de allí, hay un atajo que se coje a unos 100 metros, al lado de un poste de la luz. Andamos un poco y después de cruzarnos con animales vacunos cogemos el susodicho camino.
Ya no se ve casi nada. El camino asciende a través del bosque. Miguel recuerda de la vez anterior que pasamos cerca de un riachuelo y ésta vez también se oye el ruido del mismo. Andamos en fila india. Hay cierto temor. Ramón recuerda a Miguel que no nos separemos mucho y para evitarlo Miguel se sitúa detrás de la comitiva. El camino asciende por una áspera pendiente. Un momento. Se ha parado la cabeza de la expedición. ¿Qué pasa?, pregunta Miguel a Ramón. Llegan noticias del grupo de cabeza. Hay un toro durmiendo en mitad del camino. Silencio. Miguel decide ver cómo se puede pasar sin despertar al animal. Avanza adelantando a los demás que están parados sin decir nada. Efectivamente, es un gran animal. Miguel se acerca y lo rodea con sumo cuidado. Silencio absoluto. Y … con un grito, precedido de algunos tacos Miguel exclama: «son unos vulgares matojos». Sin más encuentros desafortunados seguimos avanzando. Era más tarde de medianoche. Después de mucho andar se vuelven a amotinar las gentes. Miguel afirma que ya queda poco y todos los demás, unánimemente, propugnan que nos hemos equivocado de camino, además tienen un argumento a su favor: se ven las luces de un campamento allí, en la colina vecina. Miguel acepta volver hacia atrás dado la hora que es y al ver como posibilidad el dormir con los de ese campamento.
Pasamos a toda velocidad por los matojos antes citados y al poco llegamos a la carretera. Avanzamos un poco y nos encontramos un enorme poste eléctrico y una senda que subió constantemente al lado del río. Llegamos al campamento. Era el sitio dónde había estado Miguel unos meses antes.
Nos acercamos a la tienda de los jefes del campamento y tratamos de advertir nuestra presencia. No viene al caso citar la hora exacta, creo que será suficiente decir que ya era muy tarde. Pretendíamos que nos dejaran dormir en alguna tienda de las que ya tenían instaladas. Bebimos del agua que nos ofrecieron y optamos por hacer lo que nos aconsejaron: ir a otro campamento a preguntar puesto que el refugio también lo usaban ellos. Mantuvimos una conversación con los cocineros, gracias a Pedro que quiso cerciorarse de nuevo por dónde teníamos que ir; y esta vez consiguió que nos encendieran todas las luces del comedor para que viéramos algo de camino.
Íbamos ya hacia el segundo campamento de la zona, el de Icona. El otro anterior era de profesores y estudiantes de Educación Física. A mitad de camino se nos cruza un Land-Rover pilotado por el encargado o algo semejante del campamento que ya habíamos visitado. Sería muy largo de explicar, resumiendo, podemos decir que inició la conversación Pedro, quería saber dónde estaba el campamento del Icona — tenía sobre su cabeza un enorme cartel que ponía: «ICONA» y detrás había una enorme cantidad de tiendas de campaña; a lo mejor no lo había visto —. El señor del Land-Rover nos dijo que no convenía dormir debajo de un árbol ya que la zona estaba llena de toros bravos y que como los demás campamentos también estaban llenos lo mejor que podíamos hacer era ir a Cercedilla de nuevo y dormir en la estación. Después de un «si buana» por nuestra parte se fue. El campamento del Icona estaba totalmente vacío. Habría más de treinta tiendas a nuestra disposición. Después de unos pequeños y poco importantes altercados entre nosotros estábamos cenando en mitad del campamento a la luz de una vela y con la intención de ir a dormir en la segunda tienda empezando por la derecha. Hacía mucho frío. Nos cenamos casi toda la comida que llevábamos. Algunos decían que era mejor estar allí por si venía alguien a echarnos. Así podría ver que no teníamos intención de dormir en el campamento, simplemente queríamos cenar allí y no nos habíamos apercatado de que hubiese ninguna tienda a nuestro alrededor. Era lógico.
Después de cenar nos distribuimos por la tienda y luego algunos nos fuimos a contemplar las estrellas durante un rato, que se alargó al estar entre mantas y con un ambiente bastante agradable. Al fin, después de una gratísima tertulia nos fuimos todos a la tienda. Pedro sacó un pijama y Emilio resurgió. No paró de cachondearse durante un buen rato, Manolo inmediatamente entró en resonancia y se organizó un cisco que se prolongó hasta altas horas de la noche. Se metieron de nuevo con todos. Sería larguísimo.
Suena el despertador, hay que regresar a Cercedilla, todos se levantan rápidamente puesto que hemos pasado una noche con mucho frío y el que menos tiene todas las marcas de las maderas sobre las que habíamos dormido. Miguel sale el primero de la tienda, ve que será un día espléndido y … ¡NO! Sorpresa, había a menos de seis metros una cabaña llena a rebosar de colchonetas y mantas. Después de no pocos comentarios y de beber el agua de la fabulosa fuente que había al lado de la cabaña nos fuimos a Cercedilla. Casi perdemos el funicular. Llegamos sin incidentes a Cotos. Compramos una botella de vino y nos desayunamos todo lo que nos quedaba de comida. Conviene decir que se acordó con cinco votos a favor y uno en contra llamar «Cerro de Huertopavones» al lugar que recorrimos la noche anterior sin encontrar el campamento prometido tan insistentemente.
Se formaron dos grupos para subir al Peñalara: Miguel y Ramón subieron por el camino hasta el collado que forma el Peñalara con las Dos Hermanas, pasaron por el refugio y la laguna; y el otro grupo, formado por los demás expedicionarios, decidieron crestear desde el principio coronando, así, las Dos Hermanas. Nos reunimos, de nuevo, en el collado y ya desde allí subieron a la cima: Pedro, Manolo, José Carlos y Miguel invirtiendo desde la estación hasta la cumbre un total de 1 hora y 37 minutos. Se quedaron en el collado Ramón y Emilio descansando sobre una tartera de piedras. Al llegar Miguel de regreso al collado Ramón, que se encontraba tumbado literalmente sobre las piedras, ve una lagartija y ni corto ni perezoso pide a Miguel que le dé rápidamente una piedra para matarla ….
Tras un cambio de impresiones de decide bajar, a lo bruto, hacia La Granja. Miguel prefiere bajar por el camino puesto que el último tramo tiene mucha vegetación y sería fácil perderse y no llegar en muchas horas al destino. Como lo que impera es la democracia bajamos todos por el sitio de máxima pendiente. Aparte de todos los comentarios que hubo al respecto, Miguel decidió a partir de entonces dejarse llevar por dónde dijeran los demás y dedicarse a contemplar el paisaje. Quedé asombrado de lo llano que es la Meseta Castellana, no di crédito a lo que veía, empecé a comprender que los profesores de geografía no exageran ni un milímetro. Si alguien quiere comprobarlo le recomiendo que se suba al Peñalara y no dará fe a lo que vea. Es fabulosamente plana.
Llegamos al bosque y decidieron parar un poco. Después de ponderar qué árbol sería el mejor escogieron el que estaba rodeado de más pinchos y plantas variadas. Tanto da. Son pequeñeces sin trasfondo. Había interés por saber a la hora que llegaríamos a La Granja. Al decir Miguel que no llegábamos ni a la hora de cenar se apostó sobre la marcha una cerveza. Miguel propugna que no llegamos a La Granja a la hora de cenar y los demás unánimemente creen que sí llegaremos. Es todo un duelo de titanes.
La bajada es larga de explicar. Con tal de ganar la apuesta nos metimos por todos los sitios posibles y por algunos de imposibles. Llegamos a marchar por caminos que llevaban el sentido contrario, otros que subían y siempre con un Sol de justicia que animaba al equipo expedicionario. A medio andar paramos de nuevo. Al lugar se le llamó para la posteridad: «Lavapies».
Ya, al entrar al pueblo, se veía que se había ganado la apuesta a Miguel. Es lógico que hubiera cierto clima de alegría. La cuestión es que tardamos para ir del Peñalara hasta La Granja de San Ildefonso un total de 4 horas. Entramos en el pueblo cantando la conocidísima canción de … «en la granja los animales se divierten como tales …» y le seguía un extraño enfado de los residentes del lugar.
A todo esto nos encontramos a Carlos y sus huestes. Emilio se avalanzó sobre ellos y les dijo: «os sobra algo de comer, llevo desde el desayuno sin comer nada …». Saciado ya, recuerda son conocidos y procura tener un detalle de agradecimiento para con ellos. Carlos vista la situación que presentamos prefiere ignorarnos y hacer como que no nos conoce. Así es. No tardaron en desaparecer. Nos dejaron, eso sí, la comida que les quedaba y creo recordar que nos preguntaron si queríamos que nos pidiesen una cena tarde. ¿Por qué sería? Al día siguiente nos contaron que se fueron a Segovia en taxi.
Averiguamos dónde salía el autobús y a qué hora. Nos sobraba tiempo. Acabábamos de perder uno. Decidieron que era la hora de ajustar las cuentas. Había una deuda pendiente: la cerveza apostada. Aprovechamos también para comer. Cerveza, chocolate, pasas y manzanas fue toda la comida-aperitivo. Desde luego, no fue todo lo abundante que hubiéramos deseado.
Al ir a pagar las cervezas Miguel vió en el interior de la mochila una luz muy brillante. «Una luciérnaga, se me ha metido en la mochila una luciérnaga», exclamaba. Al intentar sacarla del interior cual fue su sorpresa cuando comprobó que la citada luciérnaga no era ni más ni menos que la linterna que se negó a lucir en toda la noche anterior.
Para calmar los ánimos fuimos a visitar los jardines de La Granja de San Ildefonso que han pertenecido hasta hace poco a todas las dinastías reales para su uso y disfrute. Al entrar nos empezó a seguir el guarda. Tras unos intentos fallidos de esquivarle nos alcanzó. Nos dijo: «no están permitidos los bultos en este recinto, si hicieran el favor, me podrían acompañar hasta este almacén y guardarlos allí durante la visita». Como era una buena idea la aplaudimos y le acompañamos. Dejamos las mochilas y cinco pesetas a cambio de una monedilla de plástico con un número impreso en ella. Un jardinero nos estuvo contando cosas acerca de los jardines. Emilio y Manolo se pasaron toda la visita imitando posiciones de las estatuillas de las fuentes. Se nos acabó el tiempo, fuimos a por las mochilas y los demás bártulos. Les dimos la monedilla y a cambio nos dieron todos los bultos que habíamos dejado. Pedro estaba algo perplejo y antes de que preguntara nada nos lo llevamos a rastras. Quería saber por qué no se nos había devuelto también las cinco pesetas …
Llegamos a la ventanilla del autobús. No quedan billetes. Hay que esperar al próximo. Como el próximo era al día siguiente Ramón, hombre de experiencia, supo utilizar métodos que al tratar con hispanos son infalibles. Efectivamente, qué casualidad, quedaban ni más ni menos que seis billetes por vender … Todo resuelto. Subimos al bus y llegamos a Segovia hacia las 7.30. De nuevo la experiencia triunfó sobre la audacia de Emilio. Quedaban diez minutos para que saliera el tren. En un tramo de 200 metros se preguntó a casi todo el mundo si realmente íbamos bien para llegar a la estación. Emilio en la carrera se adelantó un poco y entró en una tienda para comprar vino, pan y chorizo. Pidió medio kilo de chorizo y al ver que la señora empezaba a cortarlo a rodajas se impacientó.
Llegamos a la estación corriendo. Emilio con la comida recién comprada. El último tren a Madrid del día ya entraba por el andén. José Carlos va a distraer un poco al maquinista dándole conversación. Manolo al jefe de la estación. Pedro introduce las mochilas lo más lentamente que puede. Ramón está pagando todos los billetes. Y Miguel está rellenando el cupón para que le hagan el descuento por ser de familia numerosa. Todos esperando a que Miguel rellene el cupón en cuestión. Finalmente, subimos todos al tren.
Comimos lo que compró Emilio y después de estar parados a la luz de la Luna y a unos 20 kilómetros de Chamartín unas cuantas horas llegamos a Madrid con un retraso ya usual en las líneas de ferrocarril españolas.
Esperamos el autobús unos tres cuartos de hora y al ver que no pasaba preguntamos al conductor de otra línea que sucedía. Nos confirmó lo que nos suponíamos. El último pasó a media noche y ese autobús era también el último y nos dejaba a mitad de camino. Hubo que hacer un último pequeño paseo a pie para llegar.
Una vez nos abrieron la puerta, cosa que se logró despertando a medio colegio mayor, nos duchamos en los vestuarios y cenamos ya al fin. Tranquilamente.
José Carlos una vez lo dejamos en la estación también tuvo sus problemas para llegar a casa. Nos contó que se pasó más de media hora tirando piedrecitas. Trataba de advertir a sus padres y hermanos que había llegado. El portero automático había decidido no funcionar esa noche.
A las tres de la madrugada se había acabado la excursión, una excursión que difícilmente se borrará de nuestro recuerdo. Acabo con unas palabras esta crónica de la excursión de «huertopavones», las decían en el inicio de un programa de TVE, lo hemos visto todos alguna vez, decía: «… el hombre es el único animal de la Tierra capaz de tropezar dos veces en la misma piedra, y a pesar de esto, ¿por qué no le damos una segunda oportunidad?».